En línea con lo solicitado estos días por CC, el portavoz nacionalista en el Parlamento, José Miguel Ruano, indicó anoche a El Día que su partido y una parte del PSC proclive a mantener el acuerdo tratarán de reconducir la situación en los próximos días (antes del comité ejecutivo del PSOE del próximo sábado) para, al menos, salvar el Gobierno y, si es posible, los cabildos y grandes ciudades. Se dejaría fuera, como lleva días planteando el propio Ruano, la municipalidad ante los "incumplimientos de ambos", pese a que, en el PSC, lo de Granadilla se concibe como un agravio sangrante en un vaso bastante colmatado.

No obstante, lo que ocurre en el PSOE estatal pesa mucho en esta crisis en las Islas y los interlocutores que tratan de arreglar el acuerdo en Canarias estarán muy atentos a lo que ocurra hoy en Ferraz. En principio, y aunque no se descartan contactos telefónicos, todo quedará a expensas también de la reunión de la Permanente de CC para este lunes.

Ruano cree que se necesita un poco de pausa y tranquilidad tras la ejecutiva del PSC y algunas declaraciones posteriores, aunque no esconde su escepticismo sobre una resolución con continuidad de futuro porque cree evidente que la quiebra de confianza se ha dado y siempre resulta difícil restañar las heridas. Además, es consciente de que todo se produce en un marco de disputa interna en el PSC por la secretaría regional que tampoco facilita las cosas.

Sobre esa coyuntura, diversas fuentes del PSOE y CC aseguraron ayer a El Día que el secretario regional, José Miguel Pérez, y miembros de la ejecutiva como Manuel Fajardo, Spínola o Alcaraz maniobran para impedir que Patricia Hernández sea la secretaria del PSC. Incluso, no se descarta que haya cambios de consejeros con otros socialistas y se barajan nombres como Loly Corujo como vicepresidenta, si bien otras fuentes del PSOE lo descartan. Ruano prefiere ni contemplar estos escenarios.

Según fuentes del PSC, ayer hubo contactos entre la consejera de Hacienda, Rosa Dávila (CC), y el responsable de Justicia, el socialista Aarón Afonso, para restablecer puentes, extremo que Ruano no confirmó, pero que dio por muy verosímil. Este acercamiento se dio en una intensa jornada en la que sobrevoló continuamente la posibilidad de que el presidente destituyera ayer mismo (incluso el jueves) a los consejeros del PSOE (o a parte de ellos) tras declaraciones como las del portavoz, Iñaki Lavandera, de que debían irse Clavijo y Dávila porque cree que el problema parte de la CC tinerfeña.

Fuentes del entorno del presidente negaron anoche a El Día que Clavijo contemple esa posibilidad. De hecho, dijo por la mañana que hay mucho ruido, que la situación deben resolverla los partidos y que ha de primar la estabilidad institucional. Sin embargo, varias fuentes de CC indicaron que la tendencia mayoritaria en el partido a intentar renegociar y salvar el acuerdo frenó, al menos de momento, esa drástica medida, aparte de que se considera que, de romper, debe hacerlo el PSOE.

Diversas fuentes de CC señalan que Clavijo se tomó muy mal lo de Lavandera, aunque peor fue cuando comprobó que la vicepresidenta había ratificado esa conclusión el miércoles (por más que también dijera que debían renegociar) y ayer. Según pudo saber El Día, Hernández le reprochó a Lavandera lo dicho, afirmándole que se "había pasado", pero otras fuentes del PSOE ratifican que tiene claro que la crisis se debe a CC en Tenerife, que ha perdido la confianza y que ve difícil seguir si CC no cambia personas y formas.

Alonso prefiere seguir con el PSC aunque se rompa

Uno de los miembros de CC que más crítico se ha mostrado con consejerías regionales del PSC, el presidente del Cabildo tinerfeño, Carlos Alonso, y que más dudas ha mantenido sobre el pacto en cascada (hasta el punto de rechazarlo como tal) defendió ayer, por el contrario, el mantenimiento de su acuerdo con los socialistas en su administración con independencia de que se pueda romper el gobierno regional y en otras escalas. Lo hizo en declaraciones a primera hora a la cadena Ser, donde abogó por la perspectiva y mesura de todos para anteponer los intereses generales.

Alonso, que ha estado de viaje por China, cree que la crisis no debe afectar, por ejemplo, a un acuerdo que funciona bien en Tenerife, con un PSOE que lidera Aurelio Abreu que, según recalca, comparte sin fisuras la visión y gestión conjunta, con asuntos claves como el anillo.

En su opinión, no hay motivos para romper y lo ocurrido en Granadilla tiene muchas aristas y culpas, alineándose con su partido en que el PSOE incumplió el supuesto acuerdo entre los dos secretarios generales de los partidos socios para resolver la gobernabilidad y evitar la moción. Sobre la regasificadora que el nuevo alcalde quiere colocar fuera del puerto, dijo que está abierto a escuchar y estudiarlo.

CC de Fuerteventura se distancia del presidente

Según fuentes nacionalistas, los tres diputados de CC de Fuerteventura se mostraron en una reciente reunión del grupo parlamentario muy molestos y críticos con la deriva que lleva el pacto tras lo ocurrido en Granadilla (y con otros hechos precedentes que achacan a su partido) y advirtieron al presidente Clavijo de que, si pretende buscar un cogobierno alternativo con el PP (o incluso apoyarse en él), no contará, en ningún caso, con sus votos en el Parlamento. A diferencia de la impresión que existe en CC de que se trata solo de una postura de Mario Cabrera, a El Día le consta que obedece a una visión global y a una encomienda del partido en la Isla Majorera a sus tres representantes, actas que suelen decantar muchas elecciones a última hora hacia un lado u otro, como pasó en 2007 (para reforzar la victoria de Juan Fernando López Aguilar) o 2015 (cuando Clavijo pasó de 15 a 18 y el PSC, a la inversa).

Lanzarote, La Palma y El Hierro y el rechazo a ASG

Fuentes nacionalistas sostienen que, si bien hay más división, una buena parte de CC en Lanzarote comparte el diagnóstico de Fuerteventura, lo mismo en La Palma (con Perestelo y la consejera de Política Territorial al frente) y, tras lo ocurrido en La Frontera, en El Hierro. No obstante, otros dirigentes importantes no ven problemas en estas tres últimas islas para acercarse o gestionar con el PP, pues apoyan mayoritariamente a Clavijo, si bien sí hay un claro temor a que un tripartito CC-PP-ASG o un gobierno en minoría apoyado en esos dos grupos den un protagonismo desmedido a Casimiro Curbelo e inversiones para La Gomera que podrían desequilibrarlo todo. Por eso, se podría abrir un frente de agravios presupuestarios de difícil encaje.

El recuerdo del mandato previo y la visión de ASG

Curbelo lleva tiempo abierto a dar estabilidad, pero fuentes de CC confirmaron ayer a El Día que, en esta coyuntura, le ha garantizado a Clavijo un apoyo sin fisuras a cambio de inversiones para La Gomera. Por el contrario, los más fervientes partidarios de mantener el acuerdo en CC esgrimen como argumento poderoso ante los socialistas el recuerdo del pacto entre PSC y PP en La Palma y El Hierro del mandato anterior para contrarrestar lo ocurrido ahora en Granadilla.