Pasan las horas y los días y cada vez parece más cerca que el pacto de gobierno en Canarias entre CC y PSC seguirá sin muchos cambios pese a la honda crisis vivida desde que prosperara la censura en Granadilla. Aunque los contactos no han parado desde que triunfara la moción, y pese a que los socialistas dieron por roto el acuerdo en su ejecutiva del miércoles pasado, ambas formaciones dieron ayer un salto considerable en pro del mantenimiento de la gobernabilidad tras, al menos, dos reuniones, así como otras gestiones telefónicas durante todo el día.

Según fuentes de ambos partidos, los argumentos en favor de mantener el pacto pesan cada vez más entre los socialistas proclives, sobre todo porque, con perspectiva, creen que le beneficia más a su formación seguir gestionando, marcando impronta en departamentos como el social, Sanidad u Obras y presentarse a las urnas de 2019 (o cerca de ellas) con bagaje y resultados que argüir ante el electorado y la opinión pública que pasar a la oposición, y más con la situación estatal del PSOE.

Por supuesto, también se esgrime el interés general y se atiende a que, si bien se es consciente de la espiral de agravios colmatados con Granadilla, en el mandato anterior CC sufrió el incumplimiento del pacto global en numerosas instituciones de La Palma y El Hierro por el acuerdo PSOE-PP sin que se rompiera el acuerdo autonómico y sin que esto tuviera consecuencias finales para los socialistas de esas islas. Unos dirigentes que hoy cogestionan con los nacionalistas en La Palma, aunque no así en la Isla del Meridiano, donde La Frontera también puso en jaque el acuerdo global tras un intento de censura del PSC.

Aunque no se ha convocado de forma oficial, anoche se daba por hecho que, o bien hoy o mañana, habrá mesa de seguimiento del pacto para analizar toda la situación, los avances logrados en estos días de renegociación y las posibilidades de acuerdo para que ambas formaciones puedan presentarlo de forma potable a sus estructuras, militantes, votantes y población en general.

En CC, son conscientes de que, tras Granadilla, deben abrir la mano ante el malestar en el PSOE. Quieren persuadir a los socialistas tendentes al acuerdo de las muchas ventajas del que consideran mejor pacto para las Islas (sobre todo por las alternativas existentes), aunque colocan como líneas rojas la destitución de personas o censuras como venganza.

Los socialistas que negocian confían en lograr garantías para mejorar las dotaciones económicas a sus consejerías, con especial tratamiento de la Sanidad tras la polémica suscitada por la evolución del gasto y la desautorización que, a juicio del PSOE, hizo el presidente del consejero del área. Además, consideran que otro gesto relevante para reconducirlo todo es que se tengan en cuenta las enmiendas que puedan presentar al texto de la ley del suelo. De lo contrario, y salvo que la negociación de los presupuestos también se convierta en una montaña insalvable, creen muy difícil salvar el pacto, al menos en su totalidad.

Fuentes del PSC dudan de que el partido en Gran Canaria exija romper en todas las instituciones, aunque la postura de diputados como Sebastián Franquis sí va más por ahí tras la espiral vivida.

Los integrantes de la ejecutiva regional del PSOE recibieron ayer un correo en el que se les avisaba de una posible convocatoria de reunión para este viernes, en principio en Gran Canaria. Esta especie de "preconvocatoria", habitual para la organización de viajes pero que queda a expensas de una citación oficial cuyo plazo expira hoy, les invita a una reunión siempre preceptiva antes de cualquier comité. Tras la ejecutiva de la semana pasada, en la que se habló de "ruptura" y se culpó a CC, se anunció que este sábado habría comité para ratificar o no esa conclusión. Sin embargo, la renegociación con CC puede hacer que se posponga o, incluso, que no se convoquen ni ejecutiva ni comité si se ha reconducido el pacto. En un caso u otro, miembros de la ejecutiva que se oponen al acuerdo propondrán en ese órgano o públicamente que se consulte a los militantes de las Islas ese mantenimiento de la cogestión junto a CC.

Según fuentes del PSC, los que rechazan seguir con los nacionalistas, reforzados ahora en Tenerife por el malestar de los alcaldes del Sur tras la censura en Granadilla, quieren que la pregunta a las bases se limite a si, con lo que ha ocurrido en ese municipio, con lo de sanidad, el cierre presupuestario y los desprecios que, a su juicio, ha hecho CC a consejeros del PSOE, deben continuar con el pacto.

Por el contrario, defensores de un acuerdo con mejor posición para el PSC recalcan que los estatutos no contemplan esa consulta a la militancia, salvo que la ejecutiva quiera obviar sus prerrogativas. Entre los críticos, se baraja que, en tal caso, haya una pregunta alternativa a la suya que resalte las mejores condiciones tras la negociación.

Diferencias estructurales claves entre CC y PSC

El secretario de Organización de CC, José Miguel Barragán, que presentó su dimisión el lunes pero la Permanente del partido se la congeló hasta una próxima ejecutiva, recalcó ese día que, "a diferencia de otros partidos", las estructuras de los nacionalistas dan un peso idéntico a las distintas islas en aras de equilibrar la formación y que no tenga más poder, por ejemplo, Tenerife, pese a ser uno de los nidos claves de votos. Para Barragán, se trata de una virtud que prueba la visión regional de CC y que no reduce la relevancia de las llamadas islas periféricas. Por el contrario, el PSC sí tiene más en cuenta el peso del partido en función de cada isla, aparte de que una consulta a las bases con el sentir actual en las grandes podría decantar la balanza en favor de los que rechazan el pacto con CC.

Situación nacional y dudas sobre censuras

En el PSOE crítico con el pacto, se da por inviable mantenerlo no solo a cambio de partidas, sino, a su vez, con censuras a CC que contrarresten Granadilla. La situación en Ferraz, la incógnita de si la gestora se abstendrá para desbloquear el Estado y la conveniencia para el PP de estar a bien con CC ante toda opción en Canarias hace que se dude de que los populares pacten censuras con el PSC y contra CC en Icod o Tacoronte, aunque Güímar es un caso contrario, al gobernar el PP. Distinto también es Arico, donde el PSOE fue el más votado y un edil de CC ya ha votado contra la alcaldesa, con lo que se podría voltear el municipio.