Mientras el presidente regional, como ya dijo el viernes pasado, volvió a confiar ayer en que CC y PSOE reconduzcan la crisis del pacto en Canarias tras la censura de Granadilla, las delegaciones de ambas formaciones que renegocian desde hace días el acuerdo han avanzado bastante en los puntos conflictivos, aunque aún se topan con obstáculos a salvar. Según ha podido saber El Día, los dos partidos han despejado dudas respecto a la ley de suelo y, en principio, CC aceptará las enmiendas de los socialistas, sobre todo la relativa a la calificación ambiental regional.

Los avances se están logrando con un gran hermetismo. Los contactos, tanto presenciales como telefónicos, no han parado, incluso en los días más críticos de la semana pasada, cuando la ejecutiva del PSC dio por roto el acuerdo y culpó a CC, si bien no ordenó la salida de los gobiernos y supeditó todo a un comité ejecutivo para este sábado que, finalmente, se ha pospuesto y limitado a una reunión entre la Permanente (6 miembros proclives al pacto), consejeros regionales y secretarios insulares.

Este movimiento ha tranquilizado a CC, aunque en algunos sectores preocupa que se prolongue esta situación de extraña interinidad gubernamental e incertidumbre, lo que no creen idóneo con el panorama general del país.

Según diversas fuentes, el principal obstáculo para reactivar el acuerdo tiene que ver con el dinero. La petición del PSOE de garantías presupuestarias para evitar lo ocurrido con Sanidad o para reforzar áreas básicas, como Educación o Servicios Sociales, se topa con las dificultades económicas que el propio Fernando Clavijo volvió a reiterar este miércoles.

Además, el presidente y, por extensión, CC se oponen a la propuesta del PSC de compartir responsabilidades en Hacienda, con una viceconsejería que estaría en manos de los socialistas.

El PSOE se ha dado cuenta de que haber dejado Hacienda y Economía a CC durante la negociación del pacto en junio de 2015 le ha perjudicado ante situaciones como el cierre presupuestario o las críticas de Clavijo y Dávila al desvío del gasto sanitario (supuesto y erróneo para el PSC). Por eso, quiere que haya corresponsabilidad en esta consejería y no sentirse perjudicado y ninguneado.

Sin embargo, CC no contempla debilitar a Dávila y cree que esto sería aceptar una culpa excesiva.

Entre los socialistas proclives a seguir crece la sensación de que todo se encauzará sin necesidad, ni siquiera, de que haya mesa del pacto, mientras que el sector crítico cree la situación indignante para el PSC y espera que, al menos, las bases puedan pronunciarse en el congreso regional.