El Gobierno autonómico no sabe cuántos jóvenes canarios han podido emigrar fuera de España como consecuencia de la crisis y de la falta de oportunidades laborales. La vicepresidenta y consejera de Empleo, Patricia Hernández, explicó ayer que es "muy difícil" tener cifras concretas de la huida de talento, pero que considera que "el Instituto Nacional de Estadística no está haciendo los esfuerzos necesarios para saber cuántos jóvenes se están yendo de España". "Si lo supiéramos nos podríamos llevar un susto", advirtió.

Hernández explicó que el cambio de empadronamiento de las personas que se mudan no es siempre autómatico y "eso dificulta tener datos".

Además, la vicepresidenta admitió que la sobrecualificación, que afecta más a los jóvenes canarios que a la mayoría del resto del país, es un problema que padecen quienes sí han conseguido encontrar trabajo. "La formación de muchos jóvenes no se corresponde con el empleo que realizan", reconoció.

Con el objetivo de que los empresarios "descubran" qué puede hacer un universitario por ellos, el plan presentado ayer incluye asesoramiento a empresarios de carácter voluntario. "Los orientadores irán a la empresa y explicarán qué es lo que puede ofrecer un titulado a su empresa", dijo Hernández.

Esta semana, con motivo del Día del Trabajo Decente, el Consejo General de la Juventud de España denunció que "las malas condiciones laborales, la precariedad y la incertidumbre" siguen marcando "la realidad de las personas jóvenes".

"El 27,8% tiene un contrato a tiempo parcial que, en muchos casos, se ve obligado a aceptar aunque prefiera trabajar a tiempo completo y el 56,3% de la juventud trabajadora está sobrecualificada".