El cambio de horarios no solucionaría el problema de tráfico que padecen miles de conductores que vienen cada mañana desde el Norte al área metropolitana. Eso es lo que piensa la dirección de la Universidad de La Laguna (ULL), que ayer se reunió para valorar las declaraciones hechas a este periódico por la consejera de Obras Públicas Ornella Chacón, que planteó la conveniencia de modificar el comienzo de las clases.

Francisco García, vicerrector de Relaciones con la Sociedad, explicó que carreras con un gran volumen de alumnado -Derecho, Relaciones Laborales, Economía y Administración de Empresas, Turismo o Contabilidad y Finanzas- ya empiezan a las ocho y media y no a las ocho. Asimismo, hay otros grados que lo hacen media hora después, a las nueve. El centro estaría dispuesto a modificar el horario de algún grupo en concreto si se entiende que es necesario, pero puntualiza que hay poco margen. Como ejemplo cita el grado de Magisterio, que cuenta con dos turnos, uno de ocho a dos y media y otro de dos y media a nueve de la noche. "Aquí no hay posibilidad de deslizamientos".

Además, el vicerrector señala que la cantidad de alumnos que viene desde el Norte no es tan elevada. Hay 4.000 estudiantes empadronados en el Norte, de los que unos 2.000 viven en el área metropolitana durante el curso. De ellos, una parte importante va a clase en turno de tarde y más de 300 en guagua con el nuevo bono impulsado por el Cabildo de Tenerife.

La ULL insiste en que la solución del problema no es "unidireccional", pero que seguirán trabajando para ayudar, como han intentado hacer con la aplicación para compartir coche y la Cátedra de Economía y Movilidad.