La política educativa no se hace solo dentro de las escuelas y la salud del mercado laboral no tiene que ver exclusivamente con lo que ocurre en las universidades o en los centros de Formación Profesional. El contexto social influye más de lo que se cree. Esa es una de las conclusiones que un grupo de expertos de la Universidad de La Laguna (ULL), capitaneados por el economista José Luis Rivero Ceballos, expuso ayer en la tercera edición del foro "ULL Opina", celebrada con el objeto de hablar sobre los puentes que deben construirse en Canarias para facilitar las transiciones, de ida y vuelta, entre la formación y el mundo empresarial. Se necesita innovación, emprendimiento y presupuesto, pero también una estrategia socioeconómica que ataque la desigualdad.

El profesor de Sociología José Saturnino Martínez fue el encargado de incidir en la idea de la familia como palanca de cambio. Aprovechó su intervención para hablar del efecto limitado que tienen la innovación y la inversión en los resultados educativos si no van acompañados de políticas sociales, como el incremento de ayudas de comedor, el aumento de la ratio de trabajadores sociales o el descenso del desempleo. Está demostrado que con determinadas medidas el rendimiento mejora entre los hijos de universitarios o, incluso, de quienes tienen educación postobligatoria, pero no ocurre lo mismo cuando el nivel es más bajo.

Según el último informe de "Save the Children", los hijos de las familias con los deciles de renta más pobres presentan hoy más niveles de fracaso que antes de la crisis. "El problema de esos chicos no es escolar, es social. La didáctica produce mejoras, pero son necesarias unas condiciones mínimas en casa", dijo.

En la formación continua la tendencia sigue la misma estela: se forman los más formados y quedan excluidos los que más necesitan esa formación como ascensor social.

Según Martínez, la inversión en educación en España en relación al Producto Interior Bruto (PIB) ha caído al 4,1% durante la crisis y se sitúa en niveles propios de los años 90 (esta legislatura puede bajar hasta estándares propios de los 80). Al mismo tiempo, sin embargo, se ha dado la paradoja de que ha mejorado el abandono escolar temprano. Más alumnos permanecen en clase porque el coste de oportunidad de dejar de estudiar es muy elevado: el desempleo juvenil ha alcanzado su máximo histórico y supera el 50%. Pero una cosa es permanecer en el sistema y otra que exista igualdad.

Como ejemplos de éxito, Saturnino evita mirar fuera de España. Considera que las "finlandias españolas" son País Vasco, Navarra o Castilla La Mancha. Comparten legislación con el Archipiélago y, en cambio, logran indicadores educativos mucho mejores.

Una política de empleabilidad para las RUP

Se creará más empleo, aunque no está claro cuánto, cada vez habrá menos puestos intermedios y se tenderá a la polarización. Este hipotético escenario, vaticinado por expertos a nivel europeo, abre nuevas incógnitas para las economías nacionales y regionales, incluida la canaria, en el futuro inmediato.

Estas incertidumbres fueron planteadas ayer por José Luis Rivero Ceballos en el foro ULL Opina, como antesala para entender la relevancia que tiene el próximo año para el Archipiélago. Será entonces cuando se discutirá el memorándum de las regiones ultraperiféricas para después de 2020. "Canarias puede intentar introducir aspectos sobre inserción laboral -ayudas, estímulos, planes- que reviertan en una mejora", sugirió. "¿Somos capaces de plantear una propuesta estratégica para Canarias y las demás regiones ultraperiféricas? Yo creo que sí". A su juicio, "sería interesante avanzar en programas de empleo comunes, de tal manera que se puedan plantear objetivos de inserción también comunes". El alto nivel de desempleo es un mal que comparten estas regiones, afectadas por dificultades relacionadas con el transporte y la lejanía.

Además, Rivero Ceballos recordó que, con independencia del tipo de economía de una región, la empleabilidad siempre es más elevada entre quienes tienen mayor nivel educativo, una premisa que debe estar presente siempre. Esta certeza fue defendida también por los cargos políticos presentes en la jornada. La consejera de Educación, Soledad Monzón, señaló que Canarias ha experimentado un descenso excepcional en la tasa de abandono escolar, pero también debe ser capaz de afrontar el gran dilema: "¿Cómo se puede aislar la continuidad escolar de los ciclos económicos?".

Un foro para el debate.- La Universidad de La Laguna celebró ayer una nueva edición de ULL Opina, unas jornadas diseñadas para acortar distancias entre la institución y la sociedad. En esta ocasión, el grupo de expertos lo conformaron el profesor emérito Carlos Legna Verna; el profesor titular de Sociología José Saturnino Martínez García; el profesor asociado de Dirección de Empresas e Historia Económica Manuel González de la Rosa; y el profesor titular de Economía Aplicada Juan Manuel Cabrera Sánchez. También intervino, como coordinador, el economista José Luis Rivero Ceballos. Todas estas conclusiones se reflejarán en un documento.

Más coordinación entre las administraciones.- Uno de los aspectos en los que los docentes hicieron bastante hincapié fue en la necesidad de mejorar la coordinación de las instituciones educativas y laborales, así como en la aplicación de nuevas metodologías docentes que se adecuen al contexto actual.

Emprender como actitud y no para crear empresas.- El profesor Manual González de la Rosa demandó más formación en emprendimiento dentro de las escuelas. No para tener más empresarios, sino para fomentar la innovación, la creatividad y la experimentación (intraemprendimiento). "Si no hay emprendedores el ecosistema está desierto". Apostó por un programa coordinado de fomento del emprendimiento para, entre otras cosas, lograr que las empresas canarias no estén a la cola en la tasa de consolidación empresarial.

Déficit de evaluación de las políticas de empleo.- González de la Rosa también expuso la necesidad de medir mejor las políticas de empleo desde el punto de vista de la inserción, algo en lo que consideró que el Archipiélago arrastra un déficit.

Los universitarios canarios no se mueven.- Juan Manuel Cabrera Sánchez puso el foco sobre la escasa movilidad geográfica de los trabajadores con formación universitaria de las Islas. Los universitarios canarios, junto con los de Baleares, son los que menos se mueven por motivos laborales, a pesar de la creciente movilidad auspiciada por la globalización y la internacionalización de la economía. "Podrían buscarse mecanismos para cambiar esa cultura", sugirió.

Enorme demanda de educación para adultos.- Cabrera Sánchez también destacó otra situación excepcional del Archipiélago. Según sus datos, es la región con más demanda de educación a distancia y para adultos por cada 100.000 habitantes. Esa situación es consecuencia de la tardía alfabetización.