CC intentó ayer reafirmarse como partido único, disciplinado, cumplidor de pactos y coherente, y no como confluencia de agrupaciones locales o insulares que, cuando se tercia, van por libre. La Ejecutiva Nacional, reunida por la mañana en la sede de Santa Cruz de Tenerife, decidió por unanimidad apoyar el documento firmado el sábado anterior y que se sumará ahora al pacto en cascada con el PSOE para poner fin a una prolongada crisis de gobierno que ha amenazado no solo al Ejecutivo regional, sino a cuatro cabildos y una treintena de ayuntamientos de diversas islas.

Aunque son conscientes de las dificultades para revertir situaciones como las del Puerto de la Cruz, Granadilla o Arico, los nacionalistas se comprometieron ayer a devolver estas alcaldías al PSOE y convencer a sus concejales en esos municipios de cogobernar con los socialistas. El encargado de esta tarea, el vicesecretario en Tenerife de Coordinación Municipal y alcalde orotavense, Francisco Linares, recalcó que se volcará para intentar convencer a sus compañeros, si bien la sensación general es que resulta muy difícil y que es muy probable que tengan que optar por la expulsión.

Eso sí, y según diversas fuentes consultadas, se hizo especial hincapié en reforzar la imagen de partido serio y unificado que no solo no consiente las indisciplinas, sino que no permite que se ponga en riesgo un pacto global por cuestiones concretas en ciertos sitios.

El pacto suscrito con el PSC el sábado anterior da 20 días, justamente desde a ratificación de ayer por ambas formaciones, para la censura en el Puerto contra el PP, la dimisión de la alcaldesa ariquense y la expulsión de los 7 ediles de Granadilla si no cogobiernan con el PSC. Como todo apunta a que ninguna de estas premisas se cumplirá, salvo que Linares logre algo que muchos de sus compañeros ponen en cuarentena, el partido se debilitará en esos lugares, pero refuerza su imagen regional y da un aviso a díscolos futuribles.

Aparte del presidente regional, Fernando Clavijo, a la reunión acudieron unas 35 personas, entre integrantes de la Ejecutiva y algunos diputados autonómicos invitados. La cita sirvió también para que el dimitido secretario de CC, José Miguel Barragán, viera cómo sus compañeros le tributaron un considerable aplausos, rechazaron su dimisión y lo ratificaron en su puesto, lo que fue aceptado por el político majorero.

Barragán apuntó a la salida de la reunión que los 10 nuevos puntos del pacto se firmarán definitivamente este lunes. Sobre el Puerto y Arico, dijo que los concejales de CC "habrán reflexionado de los peligros y riesgos".

Allende advierte sobre AHI por La Frontera

La presidenta del Cabildo herreño y diputada regional, Belén Allende, cumplió ayer lo anunciado y, en su intervención en la Ejecutiva, pidió que CC interceda para evitar la reimpulsada judicialmente y confirmada políticamente censura en el municipio de La Frontera, que llevarán a cabo los tres ediles del PSC y los tres de UF contra AHI-CC. Aunque ya han recurrido la sentencia que le da la razón a esos partidos y permite la censura, Allende considera que CC debe intervenir y que el PSC frene la intención de sus ediles, entre otras cosas porque, tras septiembre de 2015, la primera vez que trataron de censurar a Melissa Armas, Pedro Sánchez medió con Ana Oramas para que los concejales expulsados del PSOE recuperaran su grupo. Pese a que El Hierro quedó fuera del paraguas del pacto antes del segundo intento de censura (en mayo), Allende pide que se negocie y así lo intentará CC, según indicó luego Barragán, quien remarcó que siempre cabe el diálogo. Según testigos, Allende insinuó una posible salida de CC, pero muchos no le creyeron. En el PSC, Spínola recalcó ayer a EL DÍA que El Hierro está fuera, aunque otras fuentes no descartaron negociar.