El próximo 23 de noviembre no será un día normal en La Frontera, ese entrañable municipio herreño marcado por un golfo espectacular, por los roques de Salmor, los lagartos gigantes, el pozo de la salud de Sabinosa, la playa de El Verodal o el inolvidable charco Azul, entre otros muchos atractivos. Tras dos intentos frustrados en septiembre de 2015 y en mayo pasado, los tres concejales socialistas y los tres de Unión Frontera (UF) consumarán un histórico cambio de gobierno que, salvo sorpresas inesperadas (ya que el TSJC tardará en pronunciarse sobre el recurso presentado), llevará a la oposición a AHI, devolverá al PSOE al poder local desde 1999 y alejará un poco más a los independientes herreños de su casa grande: CC.

Ese día, y desde las 12:00 horas, el municipio vivirá una moción de censura que, según pudo comprobar este periódico en mayo pasado, divide como siempre a unos vecinos de otros, a los que ven sobradas razones y a los que no entienden que se altere la vida municipal de esta forma abrupta, por muy democrática que sea.

Si todo transcurre como prevén los censurantes y no cuajan las posibles conversaciones entre CC y PSC, el socialista Miguel Ángel Acosta sustituirá en el máximo cargo local a Melissa Armas. Lo hará después de que el juzgado número 1 de lo Contencioso de Santa Cruz de Tenerife diera la razón al PSC y UF, que recurrieron la interpretación de la secretaria local de que la censura ya no se podía llevar a cabo en mayo porque se había firmado un primer intento en septiembre, abortado finalmente por intermediación de Ferraz tras la airada reacción de CC, que incluso amenazó con consecuencias contundentes en el pacto en cascada con el PSC.

En ese momento, tanto el secretario general de CC, José Miguel Barragán, como el de Organización, José Miguel Ruano, exigieron una marcha atrás del PSOE, lo que obligó, incluso, a intervenir a la vicepresidenta y derivó en la expulsión de los tres ediles de La Frontera y la creación de una gestora en la Isla en detrimento del, hasta ese momento, líder insular del PSOE, Alpidio Armas.

Los concejales pasaron a los no adscritos, pero Pedro Sánchez, por medio de Ana Oramas, consiguió que AHI les devolviera el grupo y finalmente, pudiesen presentar esta censura, lo que la presidenta insular, Belén Allende, considera una clara traición que debe hacer intervenir ahora a CC para tratar de evitar la moción.

Antes de la segunda intentona, la de mayo, la propia AHI pidió que El Hierro quedara fuera del pacto y así lo acordaron CC y PSOE. Además, la asamblea de los independientes herreños decidió renegociar su vínculo con CC, que data desde 2003, nueva relación que, si no se aborta esta censura, puede distanciar mucho más a ambas formaciones, lo que tampoco es agradable ni estratégico para CC, toda vez que AHI cuenta con dos diputados regionales.

Barragán anunció el pasado sábado que, aunque esta isla se dejara fuera del pacto global, siempre se puede hablar y que así lo haría con el PSOE. Entre los socialistas, sin embargo, hay quienes sí apoyan esa negociación, pero otros no, recordando que AHI dejó fuera al PSC del Cabildo y Valverde.