En lo que siempre es un adelanto del debate parlamentario y ratificando ya las posturas anticipadas, la comisión de presupuestos de ayer evidenció la gran distancia existente entre el Gobierno regional y la oposición sobre las cuentas para 2017. Sin excesivas sorpresas, los partidos de izquierda (Podemos y NC) censuraron que el ejecutivo alardee de unos incrementos sociales que ponen en cuarentena, mientras que el PP tildó el proyecto de poco serio y volvió a reivindicar una rebaja fiscal, poniendo como ejemplo la comunidad de Madrid en diversos aspectos para mayor réplica de la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, quien subrayó la deuda galopante de dicha comunidad.

Aunque desde visiones bien diferentes, la oposición coincidió al augurar el fracaso de un presupuesto que, por otro lado, cree que falsea o maquilla los datos y prueba mucha improvisación, por mucho que Jorge Rodríguez (PP) destacase el papel de los técnicos en su elaboración.

Tras la detallada explicación de Dávila, en la misma línea de la hecha ante la prensa, la primera en rebatirle cosas, aunque menos que el resto, fue la diputada de ASG, Melodie Mendoza, quien admite que se ha dado "un cambio de sensibilidad en lo social, si bien aún queda camino por recorrer con la suficiencia financiera". Eso sí, no es tan optimista respecto a los discapacitados y cree insuficientes los 75 millones de más en Sanidad.

Como siempre, Román Rodríguez (NC) no dejó indiferente y, aparte de criticar que se redujera una cuarta parte el tiempo para analizar las cuentas, negó que las cuentas suban un 4%, tal y como sostiene Dávila. Es más, asegura que caen en 38 millones si se cuentan el FDCAN y la ley de crédito extraordinario del año anterior, aparte de recalcar que, en Sanidad, se dispone a priori de 150 millones menos que el gasto real, por lo que está convencido del "fracaso seguro". Aunque reconoce el mayor esfuerzo social, lo vincula a las disputas de los socios y cree que no se saldrá de "la crisis de los servicios ni se generará empleo, pues prometen 50.000 cuando en sus propios papeles contemplan 16.000, la mitad de este año".

Noemí Santana (Podemos) criticó también el retraso de unos presupuestos "improvisados", que "maquillan" las cifras al crecer menos que el de 2016 y que convierten a Dávila, por tanto, en una "trilera política", afirmación que molestó mucho a la consejera.

Jorge Rodríguez (PP) calificó el proyecto de "malo", "propagandístico" y una "oportunidad perdida" porque suponen la "continuidad" de las mismas políticas "fracasadas" de CC y PSC. "¿A quién se le ocurre entregar Empleo a los socialistas?", se preguntó antes de criticar, de nuevo, los impuestos y exigir una rebaja fiscal.

Como era de esperar, tanto el portavoz del PSOE, Iñaki Lavandera, como el de CC, José Miguel Ruano, coincidieron casi milimétricamente en resaltar las nuevas cuentas y se alejaron del "catastrofismo", cuando no simplemente "mentiras" de la oposición. Aunque Lavandera lanzó algún que otro dardo, sobre todo al PP y Podemos, Ruano se mostró más seco, duro y molesto con Rodríguez (NC) por tener la sensación de que no le escuchaba, al hablar con la diputada de ASG, sin convencerle las señales del expresidente en el sentido de que era capaz de atender a los dos.

Lavandera destacó que se mantenga el déficit financiero de los servicios públicos y creyó "continuistas" las críticas de la oposición. Subrayó también la subida de la recaudación por impuestos indirectos, rechazando la propuesta del PP de bajar el IGIC porque no se puede "hacer magia" y mejorar los servicios públicos, y recalcando que la prioridad del Gobierno son claramente las políticas sociales. De hecho, y en respuesta a NC, dijo que los presupuestos sacarán a Canarias "de la cola" de la dependencia, remarcan el aumento en 42 millones en Educación y que, en Sanidad, se haya avanzado para acercar el gasto real al presupuesto inicial.

Ruano remarcó que las cuentas consolidan el crecimiento y priorizan los servicios básicos, si bien es consciente de que siguen siendo insuficientes para paliar los efectos de la honda crisis. No obstante, insistió en que el Ejecutivo sigue la "senda correcta" y volvió a pedir que el Estado premie a las regiones que cumplen con los ratios, como Canarias. En este sentido, le dijo al PP que, si se cumpliera con la financiación, sí habría margen para bajar los impuestos.