La crisis parece haber roto la línea de progreso que tendría que seguir la violencia de género: las nuevas generaciones no han logrado dejar atrás el machismo a la velocidad que deberían y, además, hoy se advierten signos que pueden indicar un retroceso. En las Islas, según datos del Instituto Canario de Igualdad (ICI) recogidos en la memoria de 2015, las menores de edad víctimas de esta lacra que han denunciado han aumentado en un 35,1% en un solo año (la mayoría de ellas tenía 15 años o más).

El incremento, señalado ayer por el consejero de Presidencia y Justicia, Aarón Afonso, tras entregar el informe en el Parlamento de Canarias, demuestra que las políticas de prevención y sensibilización deben poner el foco en combatir estos comportamientos desde la adolescencia. Encontrar a chicas que entienden como algo normal que sus novios las controlen a través del teléfono móvil o que les digan cómo deben vestir no es un hecho insólito, explicó la directora del ICI, Marián Franquet, que acompañó al consejero al acto de entrega de la memoria.

"Ese incremento significa que tenemos que poner en marcha actuaciones especificas, pero también debemos tener en cuenta que el incremento de las denuncias no es un indicador por sí mismo de que la violencia esté aumentando, porque la violencia de género sigue siendo un fenómeno oculto", apuntó Afonso. En otras palabras, más denuncias significa más visibilidad, pero no quiere decir siempre más cantidad. Así y todo, el consejero reconoció que este dato preocupa a su departamento y a todo el Gobierno y que por ese motivo han ampliado en medio millón de euros el presupuesto del Instituto de Igualdad, principal órgano encargado de liderar la erradicación del machismo en las Islas.

En concreto, la partida destinada a este fin pasa de 7,7 millones a 8,2 en 2017. Desde que empezó la crisis, la guerra contra el machismo ha perdido fondos estatales, lo que ha redundado en menos campañas de sensibilización.

Una cifra que pone de manifiesto la incidencia de la violencia machista entre la juventud es que 43 menores de edad solicitaron una orden de alejamiento en 2015 frente a las 27 que lo hicieron en 2014. Es decir, se produjo un aumento del 59,26% en doce meses.

Además, al analizar las llamadas atendidas, se constató que el mayor porcentaje fue de mujeres de edades comprendidas entre los 18 y 35 años.

Más de 10.000 mujeres piden ayuda

La Memoria de Violencia de Género revela que en el año 2015 10.061 mujeres usaron los servicios y centros destinados a la atención social especializada a mujeres víctimas de violencia de género en Canarias, un 3,42% menos que en 2014. De esas usuarias, 2.020 fueron menores, un 9,78% más que en 2014.

El Archipiélago disponía ese año de 34 Centros de Información, Orientación, Asesoramiento e Intervención Multidisciplinar e Integral (CIAM): diez eran de carácter insular, ocho comarcales, uno mancomunado y quince municipales. Solo en estos servicios fueron atendidas un total de 11.263 personas, de las que 8.684 eran mujeres víctimas de violencia de género y 1.585 eran menores expuestos. El 46,02% de las víctimas fueron atendidas en Gran Canaria y el 38,32% en Tenerife. Además, el 51,92% de los menores expuestos fueron atendidos en Gran Canaria y el 42,84% en Tenerife.

En cuanto al Sistema de seguimiento integral en los casos de violencia de género (Viogen), en 2015 en el Archipiélago se encontraban 4.127 casos en activo, un 7,94% del total, de los cuales 2.074 casos fueron valorados como riesgo no apreciado, 1.870 como riesgo bajo, 179 como riesgo medio y 4 como riesgo alto, no registrándose ningún caso de nivel extremo.

El aspecto positivo es que la protección policial ha mejorado. Mientras que en el año 2014, de los 4.314 casos a los que se había aplicado el sistema de seguimiento integral, obtuvieron protección policial 2.039, en 2015, de los 4.127 casos totales, contaron con protección policial 2.053. Es decir, se pasó de un 47,26% en 2014 a un 49,75% en 2015. Aún así, Franquet considera que la mayor dotación y especialización de los cuerpos y fuerzas de seguridad es clave para revertir esta realidad.