ANPE Canarias hizo balance ayer de la huelga de deberes que los alumnos, con apoyo de los padres, han protagonizado durante todos los fines de semana del mes de noviembre. A su juicio, se trata de un ataque más a la figura del profesor y no es de recibo que ninguna voz oficial se haya posicionado para "garantizar el respeto a la función del profesorado".

"Advertimos desde septiembre de los peligros que la Confederación de Familias Canarias de la Escuela Pública (CEAPA) empezaba a insertar en la sociedad", apuntó la organización en un comunicado remitido ayer a los medios.

El presidente de ANPE Canarias, Pedro Crespo, subraya que en esta ocasión "las administraciones nos han dejado solos ". Por ese motivo, "nos vemos obligados a repetir los mismos argumentos de entonces, porque no podemos permanecer en silencio este ataque a nuestra profesión".

Si bien desde la CEAPA se ha insistido en que "la culpa" no es del profesorado y que la actitud es de diálogo, "lo cierto", incide el presidente, "es que esta medida de presión no ha sido consensuada con nadie".

Llegados a este punto, el sindicato advierte de las graves consecuencias de favorecer una gestión educativa anárquica.

Crespo se pregunta que "si en un futuro surgen mayores problemas con el currículo de los alumnos, ¿a quién se señalará?". Organismos que aglutinan a todos los agentes sociales inmersos en la educación, como el Consejo Escolar, han agendado entre sus temas principales las tareas escolares, lo que demuestra que se trata de un asunto en el que los docentes quieren llegar a consensos. Los distintos sindicatos, a través de la Junta de Personal, han llamado al diálogo a padres y alumnos a través de las tutorías, que en estos momentos son usadas solo por el 20% de las familias. Es decir, "los docentes tienen abiertas vías de comunicación con padres y madres que no se están empleando al cien por cien".

ANPE Canarias asegura que está dispuesto a participar en el debate sobre la necesidad de introducir racionalidad en los deberes escolares, siempre reconociendo los beneficios que tienen estas tareas para afianzar lo aprendido en el aula, inculcar hábitos de estudio, fomentar el esfuerzo personal e incluso la organización y la planificación del trabajo del alumno, pero siempre que se respete la adecuación, la moderación y la proporcionalidad. La organización es consciente de que hay que respetar los tiempos del estudiante para jugar, descansar y relacionarse con los demás.

"El mensaje que ha enviado esta huelga de deberes es triste para la profesión, sobre todo en fechas tan cercanas al Día del Profesor, momento en el que hay que reivindicar el protagonismo del docente en la formación de las generaciones venideras", concluyó Crespo.