Bajos salarios, mucha desigualdad en las retribuciones y una pobreza cronificada que se transmite de generación en generación y que se ha agudizado durante la última crisis. Estos tres factores ayudan a explicar por qué Canarias es una de las regiones con más pobreza laboral dentro del contexto nacional y de toda la Unión Europea, según el informe "Desigualdad, pobreza y cohesión social en Canarias", codirigido por los investigadores de la Universidad de La Laguna José Saturnino Martínez (Sociología) y David Padrón (Economía Aplicada).

El documento, presentado ayer en un acto celebrado en CajaCanarias, fue encargado por el Comisionado de Inclusión Social y Lucha Contra la Pobreza, Néstor Hernández, para disponer de una radiografía social del Archipiélago.

Una de las conclusiones a las que llegan los investigadores es que la incidencia de la pobreza se ha acentuado durante la crisis, pero que se trata de una realidad que viene de atrás y que tiene que ver con la especialización productiva y las especificidades del tejido empresarial canario. En este contexto creen conveniente abrir un debate sobre el modelo económico que predomina en la Comunidad Autónoma.

Según los datos aportados por los expertos, la estrategia competitiva condiciona la política de recursos humanos de una amplia proporción de empresas canarias. "Hay una elevada cobertura de puestos estructurales o permanentes con contratos temporales, una baja apuesta por la formación y el capital humano y una tendencia a la minimización de los costes laborales, incluidos los salariales". La relación entre la oferta de empleo y la demanda falla y hay un exceso de sobrecualificación entre titulados superiores.

Esta escasa apuesta por los recursos humanos, unida al tipo de empleos -de baja cualificación- que predominan en las Islas, ha acabado provocando que el riesgo de pobreza no solo se adquiera en función de la entrada y salida del mercado laboral. Se puede trabajar y tener un sueldo tan precario que no sea suficiente para superar el ingreso promedio del hogar en riesgo de pobreza.

En España los trabajadores sufren mucho esa realidad. "Se trata de uno de los países de la Unión Europea con mayor incidencia de la pobreza laboral, y Canarias, una de las regiones españolas en las que este problema es mayor". Además, las Islas destacan en el contexto nacional no solo por contar con menores niveles salariales, sino "por una elevada desigualdad, lo que se traduce en una mayor prevalencia de situaciones de riesgo de pobreza entre los ocupados", señala el informe.

De hecho, el índice Gini, que mide la desigualdad de una sociedad desde diferentes parámetros, no solo el económico, ha crecido muchísimo durante los últimos años y ha hecho que el Archipiélago también se coloque hoy entre las regiones que lideran este ranquin. Eso quiere decir que en la crisis ha aumentado la concentración de la renta y que los que menos tienen son los que más han perdido. "Este patrón, común con España y que explica que seamos uno de los países más desiguales de la UE, se da de forma más exagerada en Canarias".

Los bajos niveles de renta y uno de los grados de desigualdad intrarregional más altos en el contexto nacional "se traducen en la existencia de un grave problema de vulnerabilidad económica, una situación que comienza a gestarse durante la etapa expansiva, y que la crisis pone al descubierto".