El obispo de la Diócesis, Bernardo Álvarez, presidió ayer en la parroquia de la Concepción de Valverde una eucaristía especial al inicio de un año de Bajada. Durante la celebración se hizo entrega a los representantes de las parroquias y de las instituciones de la bandera con el anagrama de la Virgen. Al finalizar la misa se izó esta en la parroquia y en el ayuntamiento de Valverde, lo que supone el arranque de la preparación de la cuatrienal cita herreña.

"Con gran alegría les participo que, con la gracia de Dios y fieles a una ya centenaria tradición, este año 2017 [del primero de julio al cinco de agosto], tendrá lugar la LXIX Bajada de la Virgen de los Reyes". Así comienza el "saludo" del prelado a los herreños al iniciarse este primero de enero un año de Bajada.

"Siguiendo las huellas de María" es el título de la misiva y el lema pastoral de esta celebración mariana. Una vez más, "como viene ocurriendo desde hace 272 años", la Bajada se convierte en la manifestación religiosa más importante de El Hierro. "Una gran celebración festiva, en la que se refleja el constante amor y devoción de los herreños a su Madre Amada, la Virgen María de los Reyes", expone. "Fieles al legado de nuestros antepasados vamos a revivir unos actos firmemente arraigados en la tradición religiosa y cultural de nuestra Isla. Pero, por encima de todo, nos disponemos a cumplir y renovar el Voto de 1741", asevera Álvarez.

El obispo subraya que todo ha de hacerse en honor de María y que "la tradición es un dinamismo del tiempo, en el que se reviven las cosas del pasado para asumirlas en el presente y, enriqueciéndolas con la propia experiencia, transmitirlas a las nuevas generaciones". "Los hombres y mujeres de hoy somos tan creadores de tradición como nuestros antepasados", manifiesta.