El consejero socialista de Sanidad hasta la reciente ruptura del pacto entre CC y PSOE, Jesús Morera, aclaró ayer a EL DÍA uno de los mensajes que envió al presidente del Gobierno, Fernando Clavijo, durante el anterior verano para detallar algunos posibles recortes en su área. Frente al mensaje que, a su juicio, pretende el jefe del Ejecutivo de que eran los socialistas los que querían degradar la apuesta por la sanidad pública, Morera subraya que fue precisamente Clavijo el que le pidió preparar posibles recortes y que, lejos de los 13 millones de euros planteados en esa respuesta que le dio a la solicitud del presidente, el máximo responsable del Gobierno barajó un recorte de 50 millones, lo que le trasladó a los 11 gerentes de los hospitales.

El exconsejero subraya que no fueron los socialistas los que comenzaron el debate sobre el gasto sanitario ni los que lo llevaron a los medios. "Tampoco fuimos nosotros, ni los directivos del SCS, los que pedimos medidas de ajuste, sino Clavijo. Por eso, le relaciono en ese informe sus costes en un correo electrónico junto con dos informes más: uno sobre justificación del gasto de personal y otro sobre el coste de las sustituciones por días libres añadidos. Y es él quien, días después, me llama cuando estaba yo en un acto en el HUC por el trasplante pancreático número cien y pide más de los 13 millones que figuran en ese correo y me comenta lo de la hepatitis C o cerrar el hospital del sur, cuando en el informe se cuantificaba cerrar solo la planta que se acababa de abrir, entre otras cosas".

Según Morera, en esa llamada se decide la reunión con los gerentes del 2 de agosto. Una cita en la que, "según pueden ratificar los 11 responsables de los hospitales, Clavijo se despachó con que había que ahorrar en el último cuatrimestre 50 millones, cuando nosotros habíamos planteado que, como mucho, llegaríamos a 11 en personal, lo que, de por sí, significaría un retroceso importante, tal y como le escribí".

Morera dice que esos 11 millones se completaban con otros dos del capítulo segundo hasta llegar a los 13. Según remarca, esa reunión "fue la más desagradable que recuerdo por el trato que dio el presidente a los gerentes. Por su exigencia, las medidas empezaron a tomarse para intentar ahorrar esos 11 millones y fue cuando tuve que salir en los medios a decir que ni un euro más de recorte hasta que, el 26 de septiembre y cual salvapatrias, Clavijo convoca a los gerentes para decir que esas medidas ya no hacían falta".

Morera se queja de que él y la vicepresidenta se enteraran de esa nueva situación en esa cita "pues no tuvo la deferencia de comunicárnoslo antes". Un momento en el que "ya se habían desprogramado miles de consultas y pruebas diagnósticas y cientos de intervenciones quirúrgicas, con todo el dolor que supuso. Además, el Ministerio comunicaba por esas fechas que, a 31 de julio, Canarias tenía un superávit de 274 millones: más sorpresas aún".

Morera recuerda que, en 2011, el SCS tenía una deuda de 405 millones que fue disminuyendo por el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) o Fondo de Facilidad Financiera (FFF). "La última inyección para limpiar deuda se dio en el primer semestre de 2015, antes de nuestra llegada. En los 18 meses siguientes, Sanidad no recibió de Hacienda ninguna inyección de FLA o FFF y, con el crédito extraordinario de julio de 2016, se le aportaron 9 millones, menos cantidad que Educación y cerca de los 5 de la TV autonómica".

El socialista se queja también de que, en esta situación, el presidente le exigiera resultados asistenciales "cuando se nos ahogaba con la financiación. Es su palabra contra la mía, pero Clavijo, con esta filtración de su email, contextualiza perfectamente en aquella fecha su petición de limitación del gasto en fármacos de la hepatitis C".

"Le preocupaba más el gasto que la salud"

Morera resume lo ocurrido con Sanidad en el año y medio que compartió gobierno con Clavijo con una frase que repite mucho: "En todo momento, el presidente estaba más preocupado de cumplir con la regla de gasto que con el servicio público de salud". Frente a esto, subraya que, para el PSOE, "la atención sanitaria no es un gasto, sino una inversión en la salud de los canarios, lo que, junto con la educación, es el mayor elemento de cohesión social, esa por la que tan preocupados estamos ahora".

Su mensaje en esta réplica lo anticipó ayer por la mañana la exvicepresidente, Patricia Hernández, en una entrevista en Radio EL DÍA. Como reiterara también por la tarde en el hotel escuela durante la visita del secretario de Comunicación de la gestora federal, Hernández criticó con dureza las "mentiras y filtraciones" de Clavijo, cuando, en realidad, ese listado de recortes en Sanidad obedecía a la petición del presidente durante el verano anterior y casi quintuplicaba lo que el PSOE estaba dispuesto a aceptar. A su juicio, Clavijo ha desnudado claramente su apuesta por la sanidad privada, aparte de reiterar que se levantaron del consejo de gobierno por segunda vez y por el Fdcan porque la desviación de los fondos de empleo a los cabildos puede ser ilegal y no querían ser responsables jurídicos de esa decisión. Asimismo, recordó los años de retraso que llevan las vías de Tenerife y subrayó que el propio Bermúdez ya habló de Bus-VAO para la Tf-5 (en 2009) sin que, hasta ahora, se hiciera nada.