El Servicio Canario de la Salud (SCS) deberá indemnizar con 65.210,66 euros a una paciente por no haberle ofrecido información completa y veraz sobre las consecuencias y riesgos a los que se exponía por someterse a una operación de codo.

Esta intervención, posteriormente, dejaría tales secuelas que en la actualidad la denunciante presenta incapacidad total para desarrollar su trabajo como limpiadora. La paciente denunció que existía un informe anterior a la fecha de intervención en el que ya constaba que las dolencias no iban a mejorar, aunque luego otros posteriores no descartaban una recuperación.

Ante esta contradicción, el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) declara la asunción por parte del SCS de la correspondiente responsabilidad patrimonial. Una reciente sentencia considera que el consentimiento informado estaba "viciado" en cuanto que no se informó de forma adecuada sobre los verdaderos riesgos a los que exponía. "No puede imponérsele a la paciente la carga de soportar las consecuencias habituales de una operación a la que, de conocer sus verdaderos riesgos, no se habría sometido".

La denunciante sufre desde entonces una pérdida de movilidad del codo izquierdo como consecuencia de la parálisis del nervio radial a nivel de antebrazo-muñeca. Una afección totalmente nueva acaecida tras la operación y que ha dejado inutilizada la mano. Por todo ello, en la actualidad se han perdido totalmente funciones en la extremidad que antes no estaban afectadas.