El mercado inmobiliario es "muy restrictivo" para los jóvenes canarios, que se enfrentan a grandes obstáculos cuando deciden emanciparse, sea en pareja o en solitario. El desempleo, unido a la temporalidad y la precariedad que caracteriza a la mayoría de los empleos que se han creado desde que irrumpió la crisis, hace que el sueño de la independencia se lastre. Este panorama, descrito en el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España -referente al primer semestre de 2016-, sitúa a las Islas como una de las comunidades donde los jóvenes menores de 30 años lo tienen más complicado para abandonar el hogar familiar.

La situación de la juventud no es una excepción en la sociedad canaria, pero es síntoma de que las cosas no están cambiando. Los chicos también sufren la sobrecualificación, no encuentran empleos a tiempo completo y su capacidad adquisitiva es muy reducida. De hecho, según los datos que maneja esta entidad, "la población joven asalariada de Canarias presenta el segundo nivel de ingresos más bajo de España y el 22,6% de los hogares

jóvenes no tienen ninguna persona ocupada".

En un contexto así -prosigue el estudio- "sería inviable emprender la emancipación en solitario y los hogares compuestos por jóvenes deberían dedicar el 30,6% de todos sus ingresos a la renta de alquiler o el 32,9% a la cuota hipotecaria, en el caso de compra". En ambos supuestos el nivel de endeudamiento supera el máximo recomendado (30%).

El Observatorio, que además de analizar la situación actual hace una comparativa con el año precedente, no solo dibuja un escenario complicado para las nuevas generaciones, sino que advierte del empeoramiento de la situación durante los últimos doce meses. "La evolución de la emancipación residencial de las personas jóvenes de Canarias ha experimentado un retroceso anual muy significativo, del 11,34%". Este retroceso, además, ha sido más acusado entre las personas de 16 a 24 años y entre jóvenes que quieren emanciparse en solitario. "En la actualidad, el 19,3% de las personas de 16 a 29 años están emancipadas; de ellas, tan solo un 13,8% vive en un hogar unipersonal", detalla el informe del observatorio.

El nivel de estudios también es un factor que determina la calidad de vida de los jóvenes y que, en el caso del Archipiélago, vuelve a pasar factura. "La población joven de menos de 30 años de Canarias presenta un menor nivel de estudios que el conjunto de las comunidades. El 44,4% de los y las jóvenes de menos de 30 años tiene estudios secundarios, primarios o inferiores, y tan solo el 17,9% posee estudios universitarios".

Las estadísticas demuestran que las personas jóvenes con estudios universitarios presentan tasas de emancipación muy superiores a la media de la Comunidad Autónoma y a la media de España. Además, los colectivos de personas jóvenes con estudios secundarios obligatorios y postobligatorios de Canarias muestran tasas de emancipación inferiores a la media de España y a la media de la Comunidad.

La crisis económica, además, ha provocado que muchas administraciones dejen en un segundo plano las políticas encaminadas a mejorar la emancipación de los jóvenes. En tiempos de desahucios, las iniciativas en materia de vivienda social han tenido que diseñarse para cubrir necesidades alojativas más acuciantes de familias sin recursos.

Los universitarios, en mejor situación

El paro de larga duración afecta a menos jóvenes, pero sigue siendo un problema, sobre todo para quienes no tienen formación cualificada. El desempleo entre la población de 16 a 29 años de las Islas descendió un 17,33% entre el primer semestre de 2015 y el primero de 2016, representando el 40,9% de la población joven activa.

Este descenso del paro se tradujo en un fuerte retroceso del desempleo de larga duración en este tramo de edad, del 24,59%. En la actualidad, el 47,9% de las personas desempleadas de menos de 30 años lleva doce meses o más en búsqueda de empleo sin éxito, tendiendo a cronificarse la situación de desempleo entre los hombres jóvenes de la comunidad sin apenas divergencias en los grupos de edad analizados.

El observatorio destaca también que las personas jóvenes con menor nivel formativo presentan una tasa de paro de más del 40%, mientras que las personas con estudios universitarios son el único colectivo que mantiene una tasa de paro por debajo de la media de la comunidad.

No obstante, el mercado de trabajo de Canarias "presenta mayores dificultades que el conjunto de comunidades para integrar laboralmente a los colectivos de jóvenes más formados". El 29,2% de las personas de menos de 30 años con estudios universitarios está desempleada y en la misma situación se halla el 42,1% de las personas con estudios secundarios postobligatorios.