La Policía Nacional detuvo ayer en Las Palmas de Gran Canaria a un hombre de nacionalidad marroquí que, a juicio de los investigadores, estaba dispuesto a llevar a cabo la "yihad violenta" y que posaba con su esposa e hijo menor con emblemas del Dáesh y con armas blancas.

Según informó el Ministerio del Interior, el hombre, de 33 años y que se encontraba en situación irregular en España, era investigado desde 2012 y recientemente había experimentado "un aumento significativo" de su radicalidad hasta el punto de manifestar su "inequívoca voluntad" de ejecutar un atentado de envergadura y "gran repercusión" por su "odio abierto" a la cultura occidental.

El detenido, que se encontraba sometido a investigación desde 2012 por su perfil potencialmente peligroso, había adoptado ya una estética fundamentalista tanto en su aspecto físico como en su forma de vestir y había extendido su radicalización a su entorno más cercano, incluyendo a sus familiares, a los que había impuesto la conversión religiosa y la adopción de las costumbres más rigoristas.

La investigación realizada ha puesto de manifiesto que el detenido desarrollaba asimismo una extensa actividad en redes sociales a través de las cuales publicaba contenidos yihadistas en apoyo a Dáesh, compartía vídeos violentos ensalzando el martirio y aprobaba abiertamente la comisión de atentados terroristas. Incluso posaba junto con su esposa e hijo menor con vestimentas con emblemas de la organización terrorista sosteniendo armas blancas.

La Policía requisó tres cajas y varias bolsas de materiales y documentos tras seis horas de registro en la vivienda del presunto yihadista. El registro, que comenzó a primera hora de la mañana y se prolongó hasta las 14:00 horas, tuvo lugar en un piso situado en el número 39 de la calle Colombia, del barrio de Guanarteme, en presencia del sospechoso y bajo supervisión del Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. Numerosos efectivos y vehículos de la Policía mantuvieron acordonada la zona, en una operación que generó gran sorpresa y expectación entre los vecinos de este popular barrio, situado junto a la principal playa de Las Palmas de Gran Canaria.

A media mañana, y tras varias horas de registro, una mujer que se cubría con un hiyab negro y llevaba un niño en brazos salió de la vivienda escoltada por agentes y abandonó el lugar en un coche policial. Luego, varios agentes sacaron cajas y bolsas con material y documentación. Sobre las 14:00 horas, el detenido abandonó la vivienda, custodiado por dos policías y cubriéndose la cara con una cazadora.