Ser mujer y no tener hogar. El grupo de alumnos de la Universidad de La Laguna Invisibles -un colectivo que lleva un año ayudando a personas sin hogar del área metropolitana de Tenerife- decidió celebrar el día de San Valentín de una forma diferente: volvió a organizar una recogida solidaria, pero esta vez de productos de higiene femenina. La razón, que "el amor empieza por quienes menos tienen".

El estudiante que puso en marcha el grupo, Jesús Socas, y el resto de sus compañeros pensaron que era una forma simbólica y eficaz de pasar el Día de los Enamorados. "Es un colectivo que no es querido por nadie. Si celebramos el amor, celebremos el amor para todos, en primer lugar para quienes peor lo están pasando". Ayer se instalaron en el vestíbulo del aulario de Guajara durante toda la mañana. La mayoría de las donaciones que recibieron fueron de mujeres, sobre todo alumnas.

Los chicos que componen este colectivo realizan rutas nocturnas para repartir comida y productos de primera necesidad. Hace tiempo que se percataron de que la mayoría de mujeres que vivían en la calle no tenía acceso a estos productos. Socas advierte, además, de que el 20% de las mujeres que están en la calle sufre agresiones sexuales.

"Invisibles" no ha dejado de crecer desde que se puso en marcha: ya 26 alumnos de todas las facultades se han movilizado. Los chicos que colaboran con el grupo pueden convalidar su actividad por tres créditos de libre elección. En los últimos meses han organizado intercambio de alimentos por libros y "siembras" de libros en los distintos campus para darse a conocer. Su estrategia de marketing ha dado resultados. Y no dejan de pensar en próximos eventos. "Estamos hablando con todos los grupos claustrales porque queremos hacer una feria medieval". Ahora forman parte de ULL Solidaria, pero quieren ir más allá y ya piensan en constituirse como ONG.