Los malos resultados de la vendimia de 2016 -con una caída de la cosecha que ha rondado el 50%- han aconsejado a la Consejería de Agricultura del Gobierno de Canarias la ejecución de un plan especial de inspecciones contra el fraude en el subsector vitivinícola en forma de uso de uva importada para la elaboración de vinos con denominación de origen protegida (DOP). Estas actuaciones fueron desarrolladas a finales del año por el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y concluyeron con unos índices de actividad irregular "testimoniales": solo nueve expedientes sancionadores y 20.000 kilos de fruta utilizados de forma fraudulenta, apenas un 3% de los casi 600.000 inspeccionados.

El consejero de Agricultura, Narvay Quintero, y el director del ICCA, José Díaz-Flores, detallaron ayer los resultados de esta iniciativa. Ambos dejaron claro que la importación de uva es legal, pero solo para elaborar vino sin denominación de origen. Tanto su empleo en caldos con DOP y en guachinches está prohibido. Desde esta premisa, los efectivos del ICCA -diez trabajadores, que contaron con el apoyo de la empresa pública Gestión del Medio Rural- inspeccionaron 53 bodegas de las Islas, prácticamente la cuarta parte del total. De los nueve expedientes sancionadores abiertos -que todavía se encuentran en fase de presentación de alegaciones-, solo en uno se demostró el uso fraudulento de la uva, mientras que en el resto no se acreditó su origen, presentaban irregularidades en los registros o vendían botellas sin contraetiquetado. Como consecuencia de las sanciones, se han descalificado cuatro partidas de vino y los bodegueros se exponen a multas que van desde los 4.000 a los 150.000 euros.

La mayoría de estas actuaciones de control e inspección se ha centrado en Tenerife, isla a la que se importaron 577.000 kilos de uva, según las notificaciones remitidas al ICCA por los puestos de inspección fronteriza. La Palma recibió algo más de 68.000 kilos y Gran Canaria, casi 15.000.

Díaz-Flores constató que el nivel de fraude detectado en 2016 ha sido mayor que en otros ejercicios, pero que responde a la intensificación de las inspecciones. En este sentido, el director del ICCA resaltó que el número total de casos es, en relación al volumen de bodegas y de vino, "muy bajo".