El orden del día del pleno de ayer prometía sustancia en el turno inicial de preguntas y vaya que si la hubo, no exenta de duras críticas cruzadas. De hecho, la única parte con potencial para sacar laja humorística, al menos sarcástica o irónica, lo dicho por Clavijo en este periódico sobre la oportunidad que se le abre ahora a Canarias para canalizar a turistas norteamericanos que ya no elijan (es un supuesto, claro) México y puedan aparecer con sus maletas por los aeropuertos isleños, ni siquiera esto escapó al debate agrio. Lo desarrollaron el presidente y la portavoz de Podemos, Noemí Santana, quien, como el presidente de la gestora del PSC el día anterior, le pidió que no avergüence a los canarios con unas declaraciones así, con ser de los pocos en Occidente que se alegre de las políticas de Trump por lo que puedan deparar para Canarias.

Por supuesto, Clavijo dejó claro que está muy lejos de las medidas anunciadas o ya ejecutadas por el nuevo presidente de EEUU, aunque tampoco esquivó la ocasión para presentar como lógico que se esté atento a situaciones como el "brexit" o a cualquier movimiento que haga un país de este calibre, entre otras cosas porque de ahí vino la crisis con las hipotecas subprime y porque él no vive "en los mundos de Yupi" en los que sí ve a Noemí y a Podemos. Además, recordó que hay 70 millones de americanos que cada año se convierten por un tiempo en turistas, de los que 25,1 fueron a México el año anterior.

Santana le reprochó que frivolizara con una pretendida desviación de un turismo americano que, precisamente en 2016, "cuando ya estaba muy presente Trump", aumentó su elección por México un 10%. Por eso, le afeó que se alegre de un posible mal a un país que, entre otros, acogió a refugiados canarios como el expresidente de la República Juan Negrín. De ahí que le indicara que Canarias siempre ha sido y será un lugar de emigrantes, lo que aprovechó Clavijo para decir que afirmar algo así es terrible, ya que se supone que hay que intentar evitar la emigración, al menos por causas económicas. Santana aclaró por señas que hablaba de migración en general.

Este debate, que aliñó un poco más Román Rodríguez en intervenciones posteriores, contrastó con la tarde, mucho más graciosa. Para empezar, porque la afirmación de Matos de que el PSOE le había dejado un fórmula 1 a Barragán en Justicia y Presidencia le permitió a CC responder que de poco sirve eso si el motor no funciona. Luego, y mientras se abordaba la estrategia de desarrollo industrial, ASG pidió que se hablase de coches eléctricos por aquello de la sostenibilidad. Una sensibilidad ecológica que entendió Román a su manera al censurar con dureza la escasa apuesta por el I+D+I o las energías limpias de un partido (CC) que ahora apuesta por el "bionacionalismo", concepto que le chirría. Además, Matos aludió al efecto mariposa que dejó a Barragán en un asiento azul tras pasar "algo" en Granadilla.

La tarde, eso sí, acabó mucho más seria al hablarse del acoso escolar y llamarse la atención (el PP) sobre que hubiera solo 190 casos detectados de 5.000 llamadas.