La caída de los beneficios empresariales durante la crisis impidió que en Canarias se invirtieran unos 14.000 millones de euros entre los años 2008 y 2014, según datos de CEOE-Tenerife. La patronal sostiene que, si estas cantidades se hubieran materalizado, "el tejido empresarial y el empleo se habrían fortalecido".

"Si a esto le unimos la drástica disminución de la inversión pública, tanto estatal como autonómica e insular, tenemos como consecuencia una de las mayores tasas de paro de Europa, con la consiguiente dificultad de capacidad de reducirla al mismo nivel que el resto del país", constata la confederación empresarial.

CEOE-Tenerife recuerda que en el año 2007 los beneficios empresariales en Canarias ascendieron a 2.650 millones de euros y que el año siguiente se desplomaron un 58,67%. Esta caída superó el 97% en los años 2009 y 2010, e incluso alcanzó cifras negativas en el conjunto de todas las empresas en 2012, con pérdidas de 178 millones de euros.

La recuperación comenzó a dejarse notar en 2014, cuando los beneficios empresariales se cifraron en 1.325 millones de euros. No obstante, este importe es un 50% inferior que el registrado en 2007.

Los cálculos de la patronal de Santa Cruz de Tenerife proceden de la liquidación del Impuesto de Sociedades, que permite establecer las diferencias entre empresas que operan con beneficio y las que operan con pérdidas.

"La crisis ha tenido un gran impacto sobre la actividad económica, sobre los resultados de las empresas de la región, y por tanto en el empleo, y ha reducido las posibilidades de acometer nuevos proyectos de inversión", lamenta CEOE.