La continuidad del pleno parlamentario de esta semana permitió ayer que todos los grupos aprobaran una Proposición No de Ley del PSOE por la que se pide al Gobierno regional a que garantice criterios de calidad, seguridad y confort en la prestación de servicios sanitarios en centros privados que participan en los conciertos con la Administración regional.

Tras criticar que, en muchos casos, los debates en la Cámara sobre sanidad estén acabando últimamente en "tópicos" y falta de respuesta a los diputados para "cercenar el debate", el proponente, Marcos Hernández, quiso ser constructivo y agradeció el respaldo del resto de grupos a una iniciativa con la que no solo pretende mejorar la prestación de los servicios, sino revalorizar la sanidad pública, que, pese a sus problemas, se rige por criterios de calidad y seguridad que no siempre se exigen o cumplen con los servicios concertados.

A su juicio, la conclusión generalizada de que lo concertado es más barato se debe precisamente a que baja el umbral de calidad, y no tanto a la diferencia salarial de los trabajadores del sector público. Según recordó, las órdenes de homologación se fijaron en 2006 y no se puede "perder más tiempo" y dar "carpetazo" a la desigualdad de calidad.

Su PNL, sin embargo, fue enmendada por CC, dado que, según subrayó Elena Luis, los dos meses que se daba para modificar la normativa es poco, elevándose, con la anuencia de todos, a medio año.

Román Rodríguez (NC) presentó como normal que se siga discutiendo los conciertos con la sanidad privada y, si bien recalcó que los grandes problemas de listas de espera, "colapso" y desmotivación de los trabajadores de la pública continuaran, sí se debe cerrar el capítulo de los conciertos de forma clara. No obstante, aprovechó para reprocharle al consejero, José Manuel Baltar, que se centre en demasía en el análisis de la situación sin actuar.

Juan Márquez (Podemos) resaltó que el PSOE, ya fuera del gobierno, se sume al debate sobre la concertación, censurando la situación laboral en lo concertado y creyendo compatible avanzar en la consejería mientras se auditan los conciertos. Luis le respondió que la Audiencia de Cuentas tiene un encargo en este sentido y que no se oponen a ese estudio, pero de forma realista y viable.

Zacarías Hernández (PP) recordó que la situación sanitaria se debe a CC y PP, y exigió al Gobierno que traiga las listas de espera reales. Sin embargo, apoyó la iniciativa porque cree que, así, puede mejorarse las prestaciones.

Antes de esta PNL y debate, Rodríguez había propiciado una interpelación a Baltar, quien reconoció que, en un mes, ya ha comprobado lo rápido que pasa el tiempo en política, y más gobernando. Además, admitió que la solución a las listas de espera requiere seguramente un trabajo "de años", aunque anunció, sin concretar (se está haciendo una auditoría), unas medidas en un plazo "razonable" para tratar de paliarlas y reducirlas en lo posible.

Rodríguez le recordó la necesidad de dinero y pidió que cada nuevo euro vaya a Sanidad y Baltar confía en convencer a la consejera de Hacienda, Rosa Dávila, de que la sanidad no es un gasto.

Califican a Clavijo de "bombero pirómano"

El exdirector general de Programas Asistenciales de la Consejería de Sanidad, Bernardo Macías, replicó ayer las declaraciones de Fernando Clavijo, presidente del Gobierno de Canarias, sobre las listas de espera.

El presidente afirmaba durante el pleno parlamentario que la auditoría que se elabora sobre listas de espera sanitarias dará "malas noticias" en unos días y desvelará que hay más personas pendientes de ser atendidas de las explicitadas hasta ahora.

Macías calificó a Clavijo de "bombero pirómano", ya que es, a su juicio, "el mayor culpable de la situación actual de la sanidad canaria". Asimismo, insistió que el presidente no tiene "ninguna legitimación para criticar las listas de espera ni la gestión del PSOE".

Durante las declaraciones que realizó al periódico EL DÍA, Macías recordó que Clavijo fue el que "le dijo al exconsejero, Jesus Morera, que no sacara todos los datos relativos a las listas de espera".

De hecho, afirmó que había que remitir las listas de espera con los datos de los Centros de Atención Especializada (CAES), pero esto "nunca se enviaba". Por eso, para rescatar ese dato, que afectaba a 5.831 personas, se empezó a incluir en las listas de espera generales.

En esta línea, el exdirector aseguró que las listas se "han maquillado" desde que estaba Mercedes Roldós en el puesto. Según Macías lo hacían mediante un mecanismo que llamaban "hospitales buzones". Es decir, no contabilizaban a aquellos pacientes a los que no se les había asignado cita, pero que aún así estaban en espera.

Macías también recordó a Clavijo que fue él quien, desde julio de 2016, puso "palos en las ruedas" de la gestión del PSOE porque solo le "importaba" el "control presupuestario".

El exdirector general criticó, asimismo, que con solo "una medida no se arreglan las listas" y recordó que en su día, el anterior equipo de la Consejería de Sanidad realizó un informe con cuarenta medidas con el fin de mejorar "la calidad de los datos" de las listas de espera.