El PP canario se quedó ayer con solo dos precandidatos a presidirlo: el actual líder, Asier Antona, que tiene a priori las mayores posibilidades, y Cristina Tavío. Ayer se retiraron los otros dos aspirantes, aunque de forma muy distinta: mientras Enrique Hernández Bento lo hacía para dar su respaldo a Cristina Tavío, Juan José Cardona se apartaba de todo y, aunque no apoyó abiertamente a Antona, sí que dejó caer que, en estas circunstancias, una disputa por el liderazgo podía perjudicar al partido, y más con algunas declaraciones que se habían hecho o dudas sobre el proceso de elección, su limpieza y parcialidad del comité organizador.

Una hora después de que Tavío y Bento presentaran en Las Palmas su plancha común liderada por la tinerfeña, Cardona decía que no quiere echar "más gasolina" a enfrentamientos internos, en un momento en el que considera que el partido en Canarias necesita "unidad" si quiere salir reforzado de su congreso y no lastrado por divisiones que pueden hacer "un daño irreconducible".

Antes, Bento y Tavío cuestionaron de nuevo si todos los avales que presentó Antona para optar a revalidar su cargo son válidos (aportó 3.012 firmas de militantes, diez veces más que la siguiente, Tavío, 282) y, aunque sin éxito posterior, hicieron un llamamiento a Cardona a sumarse a su proyecto y unir fuerzas.

Cardona, sin embargo, se distanció luego con un comunicado y, más tarde, en declaraciones, que entiende que es el momento de "cerrar filas" y reforzar al partido para preparar las elecciones de 2019, no de "debilitarlo". "En los últimos días, se han venido produciendo una serie de enfrentamientos entre personas con responsabilidades dentro del partido que, más allá de las discrepancias o enfoques diferentes sobre cómo entender un proceso electoral interno (...), están derivando hacia acusaciones de actitudes abusivas, antidemocráticas o ilegales de destacados dirigentes".

Cardona reconoce que posiblemente él también ha contribuido a ello en los últimos días "elevando el tono", pero advirtió de que, de seguir por ese camino, el congreso puede deslizarse "peligrosamente por la senda de las descalificaciones, recursos e impugnaciones", lo que podría "abrir una brecha insalvable, provocando daños irreparables".

En contraste, Tavío se ofreció a promover "un nuevo liderazgo, colectivo e integrador. Creo en una Canarias sin complejos, resignación o pachorra, y eso es lo que voy a intentar contagiar a todos los militantes" y sin permitir que se margine "a gente valiosa".