El aprendizaje a lo largo de toda la vida y la competitividad van de la mano. La Unión Europea (UE) lleva años insistiendo en la importancia de ampliar la educación permanente para tener a profesionales más capaces y mejorar el estado del bienestar. En España queda camino por recorrer, pero, además, Canarias está peor posicionada que la mayoría de las regiones. Es, junto con Asturias, la segunda comunidad donde menos personas de entre 25 y 64 años reciben algún tipo de formación.

El ranquin, recogido en el informe "Sistema estatal de indicadores de la educación 2016", que acaba de publicar el Ministerio de Educación, establece que solo el 8,9% de esta franja de población recibió algún tipo de educación en las cuatro semanas previas a la realización de la encuesta. El estudio hace referencia a 2015, pero va en consonancia con otros que advertían ya este déficit.

Los mayores porcentajes de participación, entre el 11% y el 13%, se producen en País Vasco, Navarra, Comunidad Valenciana, Aragón y Madrid. Los menores porcentajes, en torno al 8 por ciento, se dan en Cataluña, Asturias y el Archipiélago.

En todas las comunidades autónomas es mayor la participación de las mujeres que la de los hombres, alcanzando la diferencia casi tres puntos porcentuales en Baleares. En las Islas esa distancia es de casi dos puntos.

En cambio, las comunidades donde la diferencia entre mujeres y hombres es menor son Murcia (0,1 puntos) y Castilla-La Mancha (0,2 puntos).

La implicación se incrementa según sube su nivel educativo. Estas diferencias en puntos porcentuales van disminuyendo al aumentar la edad. Respecto a las diferencias por sexo, las mujeres participan más en actividades de formación que los hombres, excepto en algunos tramos de edad de niveles educativos inferiores.

En 2015, en la Unión Europea, el 10,7% de la población entre 25 y 64 años participó en actividades de formación, un porcentaje que aún está lejos del 15% propuesto como objetivo para el año 2020. Solo superan este punto de referencia Reino Unido (15,7%), Luxemburgo (18,0), Francia (18,6%), Países Bajos (18,9%), Finlandia (25,4%), Suecia (29,4%) y Dinamarca (31,3%).

las claves

Diferencia entre hombres y mujeres. En todas las comunidades autónomas es mayor la participación de las mujeres que la de los hombres. En el caso de las Islas es de casi 2 puntos.

Más nivel educativo, más participación. Los ciudadanos que se forman con más frecuencia tienen, por lo general, un nivel educativo mayor.

Un panorama más complicado

La situación del aprendizaje permanente en España ha sido objeto de preocupación por muchos expertos. Recientemente, la Fundación de Estudios para la Economía Aplicada (Fedea) publicó un documento en el que destaca que las necesidades de formación en España son mayores que las existentes en la mayoría de los países europeos.

Este déficit está relacionado con el "bajo nivel de competencias cognitivas de la población activa y a la destrucción masiva durante la crisis de empleos que requieren de menos cualificación".

La mayor parte de estos puestos de trabajo "se concentraron en sectores como la construcción y, por tanto, España se enfrenta a un mayor desafío para reubicar a un gran número de parados con bajo nivel formativo en sectores que puedan absorber este tipo de trabajadores".

Según Fedea, además de mejorar la financiación, España también necesita revisar sus políticas de formación. El análisis de las tasas de participación en la educación de adultos por edad, nivel educativo y situación laboral ponen de manifiesto dos carencias importantes: "La participación de los menos educados en actividades de aprendizaje para adultos es casi insignificante en España y durante la crisis se observa una fuerte caída en las tasas de participación en la educación y formación no reglada". Así, el acceso a la formación parece haberse convertido en un desafío aún mayor.