El rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Antonio Martinón, entregó ayer la medalla de oro de la institución al alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, como reconocimiento al "apoyo constante en el inicio y continuidad de la universidad".

Díaz declaró sentirse honrado de recoger una distinción que recuerda "más de dos siglos de historia" que une a ambas instituciones. Para él, la ULL "no pertenece a un municipio, isla ni país", sino a todas aquellas personas que han formado parte de la institución, durante unos meses o toda una vida. Manifestó que, gracias a la universidad, La Laguna se puede identificar como "una ciudad educadora, de espíritu crítico". Además, cree que la institución ha permitido que la ciudad sea "la capital sentimental de Canarias". Díaz espera que "las dos instituciones hermanadas por la historia" puedan seguir caminando juntas, algo que se verá facilitado gracias a la "gran empatía" que dice compartir con el rector.

Para el alcalde, "la Canarias contemporánea no se entiende sin la Universidad de La Laguna", afirmación que secundó el rector. Además, considera que las aportaciones de la universidad van más allá de lo académico, pues la ULL "ha estimulado el sentimiento de entidad colectiva" y "ha inculcado saberes y contribuido a la condición social de Canarias". Quiere que la ciudad fomente esto, que La Laguna sea "lugar para las ocho islas".

Por otro lado, el alcalde advirtió que el Archipiélago "no puede encerrarse en modelos y costumbres que no tienen futuro". Por eso es necesario impulsar la "economía del conocimiento" pues, según él, es fundamental para que las islas prosperen. En esta línea, recordó la apertura de programas científicos, como el veterano Campus África y el próximo Campus América. Además, explicó que "se está levantando" el Parque Científico y Tecnológico para desarrollar proyectos de I+D+i. Constará de 60.000 metros cuadrados y se estima su apertura para los primeros meses de 2018.