Las universidades están llamadas a liderar el proceso de movilización popular que demanda el mundo. Federico Mayor Zaragoza, exdirector de la Unesco y exministro de Educación de España, reivindicó ayer el papel de la enseñanza superior en la formulación de un nuevo orden mundial, un multilateralismo donde no siga primando el poder absoluto de unos pocos. En ese nuevo escenario, el Archipiélago, a través de sus instituciones de formación superior, puede jugar un papel muy importante: "Las universidades canarias, con las africanas, deben restablecer el principio de autoridad basado en los derechos humanos".

El también catedrático de Bioquímica, invitado de honor al acto de celebración del 225 aniversario de la Universidad de La Laguna (ULL), hizo un alegato en favor de la educación como herramienta para la realización personal, pero, al mismo tiempo, de transformación del entorno. "Ahora mismo no veo otro liderazgo que no sea el de las universidades, el de los intelectuales, los científicos y los artistas. Porque ellos saben lo que es crear".

Mayor Zaragoza impartió la conferencia inaugural ante un Paraninfo lleno de representantes de la sociedad civil. Al acto asistieron todos los rectores vivos de la institución, así como los expresidentes del Gobierno de Canarias y los rectores de las universidades de Las Palmas de Gran Canaria y de Madeira, entre otras autoridades.

Durante su intervención, el ponente hizo constantes alusiones a la desvirtuación que, a su juicio, ha sufrido el concepto de educación. No habló de ranquins ni de evaluaciones internacionales, pero cuestionó la importancia que tienen hoy los veredictos que emiten entidades como la OCDE, que "no tiene nada que ver con una institución educativa". En ese sentido, fue muy tajante: "Educación no es saber más inglés o más matemáticas. Tenemos que decir no cuando intentan confundir la educación con la capacitación". La definición que él prefiere usar es la que propuso en su día la Unesco a partir de Francisco Giner de los Ríos: "Educar es dirigir la propia vida, ser libres y responsables; aprender a ser humanos".

En el nuevo escenario que vendrá, Mayor Zaragoza no tiene ninguna duda de que el futuro pasa por algo que le dijo hace mucho Nelson Mandela: el protagonismo creciente de las mujeres.

"Él me dijo que la mujer iba a ser la piedra angular de la nueva era, porque la mujer solo excepcionalmente usa la fuerza, y el hombre solo excepcionalmente no la usa", contó el intelectual. Ese abandono de la fuerza está lejos de producirse en el corto plazo; "los gobiernos están incrementando el gasto en defensa". Puso como ejemplo la posición de la Unión Europea, que aboga por reforzar su gasto militar. "Solamente con un 10% de esos fondos se podrían cubrir las cinco prioridades globales fijadas por la ONU: alimentos, agua potable, servicios sanitarios, defensa del medio ambiente y la educación".

En un contexto así, "las universidades tienen un papel muy relevante, porque no tienen solo información, sino conocimiento. El porvenir está por hacer, por eso hay esperanza".

A pesar de su fe en el ser humano, Mayor Zaragoza no pudo evitar criticar con dureza la situación actual, donde el poder económico ha intentado suplantar - "y lo ha logrado de facto"- a instituciones de consenso como la propia Organización de las Naciones Unidas. Lamentó que grupos plutocráticos, como el G20, hayan tomado las riendas del mundo. Las instituciones internacionales surgidas tras la Segunda Guerra Mundial no están teniendo el protagonismo que deberían para equilibrar el reparto de poder e influencia.

El rector de la Universidad de La Laguna, Antonio Martinón, aplaudió la alocución de Mayor Zaragoza, doctor Honoris Causa por la ULL, que estuvo presente también en el 220 aniversario de la institución, y coincidió con él en la necesidad de que las universidades ocupen cada vez un lugar más preponderante en las ciudades y regiones donde se ubican. En ese sentido, Martinón consideró que la Universidad de La Laguna ha sido una institución fundamental para el progreso de Canarias.

"En la universidad integramos visiones distintas en una idea común. Aunque la aportación de la universidad no se agota en la investigación y en la docencia, hemos contribuido a una cultura democrática en las Islas, así como a la configuración de Canarias como unidad política, económica y cultural. En las aulas, laboratorios y despachos de este centro académico se han juntado generaciones diferentes; la universidad ha ofrecido su espacio, el ambiente adecuado, para el espíritu crítico".

El rector también tuvo palabras de agradecimiento para las distintas administraciones locales que se han preocupado por el devenir del centro académico. "La Laguna no es una ciudad petrificada en su historia, ni una ciudad infantil sin pasado, sino que es una moderna ciudad histórica con una única alma que se ha ido haciendo más grande cada día. Ciudad y universidad queremos caminar juntas, en beneficio de ambas y sobre todo de sus ciudadanos".

Martinón recordó la historia de la institución, que forma parte indisoluble de la de la propia Comunidad Autónoma. "Nacimos porque la sociedad lo quiso. Somos una institución antigua, pero en modo alguno somos una universidad vieja, porque las mejores páginas de nuestro futuro están aún por venir". Y en ese futuro, dijo, "queremos que la sociedad canaria se sienta aún más orgullosa de su Universidad".

Más fondos para docencia e investigación

El rector de la Universidad de La Laguna, como de costumbre, incidió en la necesidad que tiene Canarias de sustentar más su economía en el conocimiento. "Desde la universidad nos toca decir que si queremos una sociedad más avanzada es necesario contar con más fondos en docencia e investigación. Queremos un cambio, un cambio real. Este régimen no lo aguanta la comunidad, no lo aguanta la tierra, es necesario un nuevo modelo de crecimiento", dijo. "Canarias y sus dos universidades públicas tienen que ser palanca del crecimiento", dijo Martinón, antes de recordar que se está trabajando en un ambicioso plan de empleo "para contribuir a transformar el tejido productivo y no desperdiciar tanto talento".

Investigación vs.

enseñanza

La investigación y la docencia no pueden separarse, tienen que ir de la mano. "La idea de convertir a las universidades en simples centros docentes nos causa estupor. ¿Cree alguien que se puede avanzar con unas universidades que se limitan a reproducir el conocimiento que generan otros?". Cada año más de tres mil titulados se incorporan al mercado laboral con una sólida formación intelectual en muy distintas disciplinas y cada año, continuó el rector, medio millar de ciudadanos europeos acuden a nuestras aulas a través del programa de intercambio Erasmus. La formación se enriquece con la propia investigación que se realiza dentro de la institución.