Algunos pacientes del Hospital Universitario de Canarias (HUC) están siendo trasladados al hospital del Norte a pesar de no residir en esta zona. El centro hospitalario asegura que "no es lo habitual", pero que "en determinadas circunstancias excepcionales, como la falta de camas en el HUC, pueden realizarse ingresos en la planta de hospitalización de Icod".

C.M.P, de 81 años, fue trasladado allí, tras ser operado de la cadera en el HUC el pasado 13 de marzo. Su hija, N.M.L, aseguró que desde el hospital le dieron dos opciones, "o lo trasladaban al hospital del Norte o le daban el alta". "Vivimos en La Laguna y no podemos estar desplazándonos todos los días a Icod, pero tampoco podíamos dejar que le dieran el alta porque no puede estar solo, está desorientado", relató.

Según la familia, "le trasladaron sin permiso". No obstante, el centro hospitalario desmiente esta información asegurando que "cuando se realizan estos ingresos, siempre se hace con el consentimiento de los familiares". A pesar de ello, el centro lamenta "las molestias que le ha ocasionado a la familia del paciente el ingreso en el hospital del Norte".

Este paciente, C.M.P, también tuvo otros problemas con el centro hospitalario desde que sufrió una caída en la vía pública el pasado 11 de marzo, que le llevó a romperse la cadera y, consecuentemente, a ser trasladado a las Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC).

El facultativo que allí le atendió le diagnosticó contusión en la cadera izquierda, le recetó Naproxeno de 550mg cada 12 horas y le dio el alta 40 minutos después de haber llegado.

Esa misma noche, el paciente comunicó a sus hijos que sufría "dolores insoportables", por lo que decidieron llamar al 1-1-2. El médico de sala que les atendió les informó de que les "denegaba la ambulancia" e indicó al paciente "aumentar la medicación para el dolor".

"Por fuerza mayor, lo llevamos en mi vehículo", explicó J.C.M.L, uno de sus hijos. Llegaron a Urgencias a las 10:11 horas, donde le atendió otro médico que delegó el caso al especialista de Traumatología. Este le diagnosticó rotura de cadera, por lo que le comunicaron que tendría que someterse a una intervención quirúrgica de urgencia al día siguiente.

La hija, N.M.L, insistió en que el retraso de 24 horas "complicó la operación", según le informó el traumatólogo que le operó. "Cuando abrieron se encontraron con que los vasos sanguíneos que protegían el fémur se habían roto y de tantos días esperando esa sangre estaba negra", explicó N.M.L. "Tuvieron que quitarle la cabeza del fémur", afirmó.

El centro hospitalario respondió, ante la evolución de los acontecimientos, que "la intervención se llevó a cabo dentro de los plazos recomendables y según la programación del centro".