CC, PP y ASG sorprendieron el miércoles con una propuesta de resolución conjunta que pretendían aprobar ayer, durante la última jornada del debate del estado de la nacionalidad, con el objetivo de priorizar el Parlamento canario en los cambios en el sistema electoral isleño en detrimento del Congreso y del nuevo Estatuto que se tramita en Madrid. La maniobra no solo suponía un gran triunfo de las tesis nacionalistas, a las que se ha acoplado con total naturalidad Casimiro Curbelo e incluso yendo más allá, y hasta parecía la primera piedra sólida de un previsible pacto próximo de estabilidad. Sin embargo, la casi iracunda reacción de PSOE, Podemos y Nueva Canarias desde primera hora de ayer hizo que los populares recularan y, al final, convencieran a sus efímeros socios (de momento) de la necesidad de recular y desvirtuar gran parte de la iniciativa.

De hecho, de los tres puntos que contenía la propuesta, sus propulsores decidieron eliminar los dos últimos. Así, renunciaron a considerar que cualquier cambio en el sistema electoral en la tramitación del Estatuto se entendería como una modificación "sustancial de la propuesta" si no viene antes acordada en la Cámara regional. Se refieren al artículo 37 de la disposición transitoria del Estatuto y apelaban al artículo 64.2 vigente, aparte de trasladar el acuerdo al Congreso y Senado. No obstante, esto se eliminó y la propuesta, apoyada al final por todos, quedó en que el Parlamento sostiene que la creación de la comisión de estudio sobre el sistema "es la mejor manera de proceder a su modificación antes de 2019 (...)". Así, se pretende que dé lugar a una "Ley Electoral Canaria" sustentada en el principio de proporcionalidad en el voto y equilibrio territorial.

El cambio no concreta cómo quedaría ese sistema, si hay lista regional, en cuánto se reducen los topes insulares o regionales (que bajarán, al menos, a la mitad, pero sobre los que se propone hasta eliminarlos) u otras medidas, pero sí permitió ayer diluir un claro conflicto y rebajar la tensión en el pleno.

Aun así, y pese al sentido agradecimiento de Campos (NC) hacia Australia Navarro (PP) "porque rectificar es de sabios", en las intervenciones de PSOE y Podemos hubo palabras gruesas que se toparon con la respuesta de CC, pero, sobre todo, de ASG. Es más, y aunque aceptó el reculamiento, Curbelo subrayó que nadie le ha convencido de que una lista regional sea más representativa y mejor que el sistema actual, lo que originó aplausos en CC.

Lavandera (PSOE) fue contundente y, aunque resaltó el cambio del PP, dijo que lo ocurrido quedará ya como "una de las historias más oscuras" de las Islas, "puso al PP de rodillas ante CC" y confirma a Curbelo como un "neoinsularista" que va en contra de lo que antes defendía. Márquez (Podemos) habló de "espectáculo bochornoso" y Ruano y Luis (CC), sin renunciar a sus tesis, justificaron el cambio por el consenso.

Mejora sanitaria y un Fdcan contradictorio

Del maremoto de propuestas votadas ayer, la mayoría aprobadas, destacaron las respaldadas a CC para firmar un pacto por la sanidad en Canarias con todas las partes implicadas y de forma que se incluyan las prioridades y objetivos del sistema de salud en las Islas. Asimismo, se apoyó un compromiso para mejorar la sanidad durante este año contando también con todos los sectores, así como para garantizar la creación de las plazas necesarias que absorban a los eventuales y adecue las plantillas a lo que se necesita, dignificando y desahogando sus prestaciones. También se le apoyó a CC, aunque no por unanimidad, que se inste al Gobierno a elaborar y desarrollar cuanto antes un plan integral que reduzca las listas de espera sanitarias, de manera que la media de demora quirúrgica se acerque a la nacional, con una atención especial para enfermos graves y que lleven mucho tiempo esperando. Lo mismo se aplicará a los problemas en las urgencias, para lo que también se prevé un plan que mejore la atención prehospitalaria y que dote de más medios y personal a los centros de salud.

Más sorprendente fue lo ocurrido con las tres propuestas presentadas por el PSOE para reorientar el ya más que célebre Fondo de Desarrollo de Canarias (Fdcan) hacia equipamientos educativos y sanitarios. Los socialistas habían preparado dos iniciativas para desviar parte de los 160 millones a construir nuevos centros hospitalarios o de salud y se les apoyó una de ellas, pero no la otra. Tampoco se respaldó la relativa a infraestructuras educativas. No obstante, y más allá de la contradicción aparente, conviene recordar que se trata de propuestas en las que se insta al Gobierno a hacer cosas que, como recordó Campos (NC), en algunos casos nunca se cumple o muy poco, "como que de las de 2016 que nos apoyaron solo se ha desarrollado una". Precisamente a NC se le rechazó ayer que la casi exención del impuesto de sucesiones y patrimonio incluya tramos según renta y a Podemos no se le apoyó casi ninguna de las de ámbito económico.