Uno de los proyectos destinados a garantizar el suministro de energía eléctrica y el avance de las renovables en Tenerife puede desbloquearse este año. Red Eléctrica de España (REE), la empresa que opera el sistema y gestiona el transporte de electricidad en el país, hará en 2017 un estudio de "viabilidad e implantación" para definir la ejecución de una central hidroeléctrica reversible en la Isla y formulará una propuesta al respecto antes de que termine el año, según anunció ayer la directora general de Transporte de REE, Eva Pagán, durante el encuentro que los directivos de la compañía mantienen cada año con medios de comunicación de toda España, en la víspera de su Junta General de Accionistas.

La central de bombeo tinerfeña se sumaría, de esta manera, a la de Chira-Soria, que Red Eléctrica instalará en Gran Canaria y cuya construcción comenzará en cuanto concluya la tramitación administrativa, lo que, previsiblemente, no ocurrirá durante este año. El Cabildo de Tenerife ha señalado varios puntos donde se podrían ubicar los saltos de agua. Hasta hace poco se apuntaba a la comarca de la Isla Baja y, en concreto, al municipio de Los Silos, pero la localización definitiva no tendría por qué ser esa, según trasladaron ayer desde la compañía energética.

En cuanto a Chira-Soria -un proyecto que, según REE, será "un referente tecnológico"-, la empresa destacó el proceso participativo que ha llevado a cabo -con puntos de información situados en dos municipios de Gran Canaria-, del que se han incorporado "muchas" aportaciones, que serán incluidas si el Gobierno de Canarias lo considera oportuno, indicó Pagán. La fecha de inicio de la construcción depende de que REE disponga de todos los títulos habilitantes para ello. En todo caso, será "difícil" que durante 2017 pueda verse "obra física".

La central hidroeléctrica de Gran Canaria contará con 200 megavatios de potencia y permitirá almacenar la energía producida por renovables, de manera que esta no se pierda. El proyecto representa una inversión de alrededor de 320 millones de euros y dará empleo, de forma directa, a 500 personas, en tanto que posibilitará crear 1.500 puestos de trabajo indirectos.

La compañía puso Chira-Soria como ejemplo del "esfuerzo inversor" que realiza en el Archipiélago. Al margen de este proyecto, y solo en lo que se refiere a infraestructuras de transporte, REE tiene previsto destinar a Canarias 991 millones de euros en el periodo 2015-2020, lo que significa que más del 20% de la inversión total que efectuará en España en estos años -4.554 millones- irá dirigido a las Islas.

Entre las actuaciones finalizadas en 2016, Red Eléctrica resalta la subestación del Sabinal, en Gran Canaria, para la que se han desembolsado 33 millones de euros. El plan eólico canario -130,8 millones- y las conducciones de Fuerteventura -146- figuran entre los principales proyectos de la compañía para 2017. Más a largo plazo -aunque también dentro de la planificación del periodo 2015-2020-, REE pretende ejecutar la interconexión entre los sistemas de Tenerife y La Gomera -un proyecto que se encuentra en consultas previas y para el que ya se han realizado prospecciones- y entre Lanzarote y Fuerteventura.

Red Eléctrica de España advirtió ayer de que los obstáculos que está encontrando para ejecutar parte de la nueva línea de alta tensión de Fuerteventura dificultan solucionar los problemas de suministro eléctrico que presentan las islas orientales.

El director de Operación de la compañía, Miguel Duvison, detalló ayer que el 57% de la energía que se ha perdido en España durante los últimos tres años -energía generada y no suministrada- corresponde a Fuerteventura y Lanzarote. "La garantía de suministro es 300 veces peor que en el conjunto de España", puntualizó Duvison, para quien "si en alguna parte del territorio español está justificado el refuerzo de la red es en Lanzarote y Fuerteventura".

La empresa también vincula la situación en estas islas con el hecho de que el tiempo de interrupción medio del suministro, aun siendo bajo, se haya multiplicado por tres en un año en Canarias, al pasar de nueve a 27 minutos.

La oposición del Cabildo majorero a una parte del trazado de la línea ha desembocado en la paralización cautelar del este tramo, una decisión del TSJC ante la que ha recurrido sin éxito REE, que ahora interpondrá un recurso de casación ante el Supremo.

La directora de Transporte de la empresa, Eva Pagán, recalcó que la tramitación del proyecto se ha hecho "conforme a la legalidad". REE no quiere enjuiciar las posturas de las administraciones, aunque advierte de que soterrar el tendido, tal y como ha planteado el Cabildo, puede tener una mayor afección medioambiental.

Más de un 98% de disponibilidad de la red

La red de energía eléctrica estuvo disponible un 98,3% del tiempo en 2016 en el sistema peninsular, según informó ayer la directora general de Transporte de REE, Eva Pagán, quien informó de que en el menos del 2% restante se incluyen las interrupciones programadas por trabajos en la red. El tiempo de interrupción medio en la Península fue de 0,1 minutos y la energía no suministrada "está en valores de referencia a nivel mundial", destacó el director general de Operación de la compañía, Miguel Duvison. La disponibilidad en Canarias fue similar -un 98,1%-, pero el tiempo medio de interrupción se multiplicó por tres -de 9 a 27 minutos- y la energía no suministrada experimentó un repunte en relación a 2015.

Una "escuela" para solucionar las crisis

La Escuela de Operación de Red Eléctrica convierte a la empresa en el único operador del sistema eléctrico de Europa que ejecuta simulacros con gran amplitud. Miguel Duvison detalló que en esta iniciativa participan empresas de generación y distribución de electricidad y supone la habilitación de más de 50 puestos de trabajo de operación -además de los simuladores-, con los que REE se anticipa a las crisis de suministro mediante la elaboración de planes de reposición. Estos simulacros permiten afrontar situaciones como la que se produjo hace solo unas semanas en Galicia, donde un fuerte temporal de viento hizo colapsar la generación de energía eólica y supuso la pérdida de 4.000 megavatios de potencia que hubo que suplir con otras fuentes.