El Gobierno regional, con independencia de qué consejero o partido ocupe la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad, lleva años presumiendo del creciente proceso de modernización y agilización de la administración. Una apuesta por la era digital, la reducción de la burocracia y la cercanía al ciudadano para que, casi desde su propia casa, portátil o móvil, realice numerosas gestiones que antes eran un suplicio. Sin embargo, aún queda mucho camino por andar y la duplicación de los documentos de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) es un excelente ejemplo. Cuando cualquier propietario de un coche, furgoneta, camión y demás extravía, deteriora o le sustraen el papel verde que detalla las inspecciones que ha superado su vehículo, así como otros datos técnicos específicos, debe sacar un duplicado. Hasta ahí, algo normal y, por supuesto, sin ninguna culpa de la administración de turno. Ocurre también, por ejemplo, con el Documento Nacional de Identidad (DNI), solo que, en este caso, la duplicación se puede obtener sobre la marcha con acudir a una comisaría de la Policía Nacional con las fotos necesarias y abonando las tasas, ya que los datos personales sí se encuentran todos digitalizados y al alcance de cualquier ordenador policial. Pero con los vehículos, así como con las tarjetas sanitarias en Canarias, no. La diferencia con estas últimas es que, en cualquier centro de salud, el personal de administración puede imprimir una fotocopia de la tarjeta original con su correspondiente código de barras que sirve para poder adquirir medicamentos en las farmacias con el subsiguiente descuento por estar en los listados de la Seguridad Social, por mucho copago que se aplique o por mucho que se haya reducido la lista de posibilidades. Sin embargo, cuando se ha de duplicar el documento de la ITV, el afectado tiene que poner una denuncia en la Policía Nacional o la Guardia Civil por la pérdida o robo de los papeles y acudir a la empresa de ITV que prefiera para que esta solicite a la Consejería regional de Industria que le remita el famoso documento verde. El problema es que, según le consta a El Día, Industria está tardando, en algunos casos, más de un mes y medio y, a veces, hasta 2 meses, con lo que hasta se vence la ITV de muchos vehículos de autónomos que, por lo tanto, se ven en la encrucijada de usarlos o no sin la ITV actualizada, con el riesgo de sanciones que eso implica. Lo curioso es que, hasta la mitad de 2016, las empresas de ITV podían acceder a los datos digitalizados de vehículos que ya tenía la Dirección General de Tráfico (DGT). Eso sí, se limitaban a los de 10 años o menos, no al resto, lo que deja fuera a un considerable número en ambas provincias. No obstante, esto se dejó de hacer por un problema con la certificación digital, según explican a El Día desde Industria sin más detalles de ese hándicap. En ese momento, la DGT volvió a pedirle a la consejería que se encargara de remitir los duplicados a las ITV. Pero, claro, a la antigua usanza, sin red, por correo ordinario y en el sempiterno papel que ahora se intenta superar al menos en estos engorrosos procesos si se puede tener todo controlado telemáticamente y hacer la impresión sobre la marcha en la ITV. Los perjuicios no serían excesivos si este trámite tardase unos pocos días o, a lo sumo, una semana (algo que se da en muchos casos), pero es que, según ha constatado este periódico en varias ITV de Tenerife, hay afectados que llegan hasta los dos meses de espera, algo inconcebible en la era digital. Industria se limita a esta explicación y la DGT dará su versión mañana, pero, mientras, habrá mucha gente que sigue esperando.

El permiso de circulación, buen ejemplo de agilidad

En evidente contraste con lo que está ocurriendo con los duplicados de los documentos de la ITV, Tráfico sí que facilita al máximo obtener una copia del permiso de circulación de los vehículos. En caso de pérdida, deterioro que lo justifique o robo, basta con acudir a su delegación en Santa Cruz de Tenerife o Las Palmas para, en ese mismo día, si se porta la denuncia presentada y pagando también las tasas fijadas, se le aporte al afectado un duplicado de un papel imprescindible para poder transitar con un vehículo si no se quiere uno encontrar con cuantiosas multas y pérdidas de puntos. Lo que algunos afectados se preguntan, en algo que también se cuestionan integrantes de empresas de ITV, es por qué este trámite se puede hacer de forma tan ágil y adaptado a los tiempos digitales y no así con los papeles de la inspección. Para no perjudicar a particulares afectados o empresas que han explicado la situación, El Día se reserva la identidad de las fuentes que denuncian estos hechos.