Antona (PP) dejó caer el pasado jueves que prefiere influir en el Gobierno regional desde fuera, sin descartar nada. Sin embargo, el idilio que parecen vivir CC y PP, sobre todo por efecto del presupuesto estatal y el REF, se reflejó en el pleno de ayer como nunca desde 2015. Ya Ruano (CC) dejó la bajadita preparada con una pregunta al presidente sobre las cuentas generales y sus efectos en las Islas. Clavijo no escatimó parabienes (con razón, pues Canarias es la única región que recibirá más dinero), subrayó la recuperación de convenios y unos recursos adicionales de más de 700 millones que compensarán los recortes sufridos con Rajoy. No obstante, lo mejor lo dejó para la siguiente pregunta, que esta vez haría Antona. Aunque cuestionaba lo mismo, al jefe del Ejecutivo le brillaron los ojos al agradecerle sus esfuerzos en pro de esas buenas nuevas.

Antona no se bajó y le abrazó, aunque las palabras del presidente casi lo justificaban. Es más, tiró de ironía: "Cómo cambian los tiempos, Venancio", recitó recurriendo a la célebre canción para subrayar el giro de lo que se decía en la Cámara hace solo unos meses, cuando se hablaba del maltrato de Madrid a ahora, poco menos que una atención angelical. "Ni lo uno ni lo otro", zanjó. Eso sí, le lanzó un dardo suave a Clavijo, al que "designó" como nuevo delegado del Gobierno en Canarias, no se sabe si notificándoselo antes o no a Mercedes Roldós, por aquello de apuntarse a tiempo al paro. Clavijo se lo tomó muy bien, aunque aclaró que prefiere ejercer como delegado de Canarias en Madrid, sin restar ni un ápice de mérito, al contrario, a Ana Oramas por firmar agendas canarias y lograr que se cumplan: no solo con el PP, sino con el PSOE, al menos el de Pedro Sánchez.

Antona siguió en su tono constructivo y de celebración, pero marcándole tarea al presidente: que la recuperada financiación por diversos cauces sea aprovechada de verdad por el Gobierno para mostrar resultados en los servicios básicos y el empleo en las Islas.

Este intercambio casi de fiesta de cumpleaños contrastó enseguida con el que tuvo Clavijo con Román Rodríguez (NC), al que volvió a reprocharle su "falta de capacidad de encaje". El expresidente, por su parte, también "rebautizó" al líder de CC, pero para llamarlo el nuevo Soria. A su juicio, la derecha y las patronales isleñas, como la de la construcción en Gran Canaria, se quedaron sin referente al dimitir el exministro, no lo sustituyeron por Asier y han hallado en Clavijo al aliado que ansiaban. Y todo por la ley de suelo y lo dicho por la presidenta de esa entidad sobre el "paseíllo" en la Cámara. Clavijo lo consideró una opinión más y dijo que Román se ha reunido mucho más que él con esos grupos.