Canarias tiene un arma poderosa para afrontar los retos que se le presentan a su economía: el turismo. No hay, pues, necesidad de modificar el modelo productivo del Archipiélago, sino de perfeccionarlo. Y si hubiera que revisarlo, no debería ser la Administración pública quien lo decidiera, sino la competencia entre las empresas.

Estas ideas fueron expuestas ayer por dos mediáticos economistas: José María O''Kean -quien insistió en el desafío de fidelizar a los casi 15 millones de turistas que llegaron en 2016 y sumar nuevos visitantes- y Juan Ramón Rallo -que apostó por reducir la regulación pública y la fiscalidad-, presentes en el encuentro "Diálogos para el Desarrollo", organizado por Management Activo y patrocinado por Crédito y Caución y Bankinter.

Ambos coincidieron en destacar la proyección exterior de la economía -en el caso de Canarias, a través del turismo- como la clave para el crecimiento de los últimos años. "Hay que hacer productivo el modelo más que cambiar de modelo productivo. Hay muchas cosas que mejorar antes que lanzarnos a aventuras de diversificación que, sin una lógica detrás, puede significar tirar el dinero", advirtió O''Kean, profesor de Teoría Económica y decano de la Facultad de Economía de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla.

A su juicio, el Archipiélago "no puede desaprovechar" su capacidad de ofrecer "todas las grandes sensaciones" y tiene que intentar que vuelvan los millones de turistas que lo han visitado estos años y que "digan a los demás que como en Canarias no se está en ningún sitio". "Si es así, en unos años tendrán 17 millones", dijo.

O''Kean defendió el "valor como país" que ha aportado España el haber acogido a más de 70 millones de turistas en 2016, "sin que haya pasado nada". "Viajar y salir el fin de semana se ha convertido en una necesidad", señaló. Poco antes de participar en el encuentro, el economista andaluz se mostraba partidario de que las Islas cualifiquen su oferta turística y de ocio atrayendo "los mejores comercios del mundo".

El mensaje de Juan Ramón Rallo para Canarias es el mismo que transmite en su obra como divulgador, docente e investigador: la necesidad de que la actividad productiva se desprenda del "paternalismo estatal" que, afirmó, sufre "desde hace décadas" y que en los últimos meses se ha traducido en una ola proteccionista de la que son ejemplos Donald Trump, el "brexit" y Marine Le Pen.

"La oligarquía política cree que conoce las necesidades de los empresarios y los ciudadanos mejor que ellos mismos. Cada cierto tiempo surgen salvapatrias que hablan de cambio del modelo productivo y de más regulación e impuestos", expuso el director del Instituto Juan de Mariana. La especialización de las economías no responde, señaló, a la acción política, sino a la "competencia empresarial". La alternativa para Canarias -su "cambio de modelo"- debe basarse en la libertad económica, que traerá "más crecimiento y prosperidad para todos".

El Archipiélago es víctima, según el economista, de "regulaciones e impuestos que lo machacan". Entre la normativa figura la moratoria turística, la legislación restrictiva del alquiler vacacional -"los hoteleros no deben pedir más regulación para el alquiler, sino menos regulación propia", indicó- o la relativa a las aduanas. La fiscalidad que perjudica a las Islas se concreta, añadió, en el AIEM o el elevado IRPF, común con el resto de España. La solución, volver a lo que Canarias "ya fue": un puerto franco.