El vicepresidente del Gobierno canario, Pablo Rodríguez, confirmó ayer que quiere optar a liderar a Coalición Canaria en Gran Canaria, una isla a la que ve sin un "proyecto claro", lo que, a su juicio, le "ha hecho perder posiciones" en el Archipiélago.

El también consejero de Obras Públicas consideró que su Isla natal "durante décadas" ha buscado excusas en "enemigos externos", cuando su problema está dentro de Gran Canaria, por lo que hay que ser autocríticos.

Rodríguez manifestó que la falta de "un proyecto claro" impide que en Gran Canaria se logren acuerdos de forma unánime que posibiliten su desarrollo, al contrario de lo que ocurre en Tenerife, donde todos los partidos se pusieron de acuerdo para alcanzar "grandes retos y nadie lo discutió", mientras que en esta Isla "están a bandazos unos y otros".

En cuanto a la unión de las fuerzas nacionalistas dijo que sería lo ideal, pero lo ve "muy difícil", no por las bases y los municipios, sino porque cada vez están más lejos de dirigentes como el portavoz de Nueva Canarias en el Parlamento, Román Rodríguez, o el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales.

Frente a este alejamiento en la dirección, señaló que su sensación es que CC "cada vez se acerca más a los militantes" de NC. Añadió que su intención es crear un "equipo potente" si consigue liderar CC en Gran Canaria.