Como resultaba previsible, el manifiesto firmado en la tarde del miércoles por los presidentes de los cabildos de Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro (todos de CC), así como el de La Gomera (ASG), para que se mantenga la triple paridad en el sistema electoral canario y que el reequilibrio entre población y territorio se haga desde el consenso y sin imposiciones no pasó muy inadvertido ayer. El resto de fuerzas de la Cámara o algunas extraparlamentarias que han participado en la comisión de estudio de la reforma de un sistema electoral que consideran como uno de los más injustos del panorama mundial censuraron el paso dado por CC y ASG y lo conciben como una clara e intolerante injerencia en los trabajos que se desarrollan. Con la salvedad del PP, que mantuvo un discurso mucho más suave y que, en palabras de Australia Navarro, cree que dichos presidentes tienen derecho a manifestarse así, el PSOE, Podemos, NC y Cs rechazan con contundencia lo ocurrido, entre otras cosas por entender que se ha patrimonializado y utilizado descaradamente el cargo y esos 5 cabildos sin que, encima y salvo en Lanzarote, esa firma se haya llevado a los respectivos plenos insulares para que el resto se pronuncien. Una situación que ha hecho que socios de los gobiernos en algunas islas, como los socialistas en el Cabildo tinerfeño o el majorero, censuren también ese uso y unilateralidad. Incluso en el PP, y más allá de que Navarro no comparta ese uso y que recalque que los cabildos tienen una comisión en el Parlamento para pronunciarse, el diputado Miguel Jorge, asiduo participante en la reforma, dejó claro en Twitter que la triple paridad debe caer. El portavoz del PSOE, Iñaki Lavandera, criticó lo ocurrido y, en declaraciones a El Día, dijo no entender esta "precipitación e injerencia, pues aún no se ha decidido nada definitivo en la comisión", si bien su partido sigue apostando por una lista regional (de hasta 10) con un diputado más para Fuerteventura por su mayor población. Noemí Santana (Podemos) fue mucho más crítica y recordó lo pasado también con estos presidentes en la comisión de cabildos por el Fdcan. A su juicio, CC y ASG patrimonializan los cargos y tratan de mantener la situación electoral porque, de lo contrario y "con un sistema más justo, se les acaban sus privilegios en representación frente a sus votos". Luis Campos (NC) censuró esta maniobra y "amenaza de una minoría de bloqueo" contra un sistema que cree imprescindible cambiar tras 35 años, y Melisa Rodríguez (Cs) censuró "la escasa voluntad de cambio" de CC y ASG. Desde Praga, el vicepresidente insular de Fuerteventura, Blas Acosta (PSOE), lamentó a El Día que Marcial Morales no le consultara, incluso pudiendo coincidir con sus tesis, si bien apela a la posición del PSC. En Tenerife, la portavoz socialista, Josefa Mesa, criticó la unilateralidad y solo el grupo de CC regional defendió a los presidentes y la triple paridad.

La llamada que impidió la firma de Pestana (PSOE)

Como se señaló en la convocatoria, en la firma del manifiesto se anunció la presencia del presidente de Cabildo de La Palma, el socialista Anselmo Pestana. En una situación con similitudes a lo ocurrido con el Fdcan y la postura del PSC en esta isla, Lanzarote o Fuerteventura, Pestana habría lanzado un órdago a su partido. Sin embargo, durante la mañana del mismo miércoles y según fuentes del PSOE, recibió una llamada en la que se le recalcó que, de momento, no hay una decisión definitiva en la comisión de estudio y que, en todo caso, la postura oficial del partido se decidió en un congreso y se reflejó también en el nuevo Estatuto enviado a Madrid y acordado con CC. Una postura que prevé una lista regional de 9 o 10 nuevos diputados (hasta alcanzar el tope de 70), con uno más para Fuerteventura. A Pestana se le remarcó que no había novedades, que no tenía sentido su firma y, por eso, no acudió.