El Gobierno de Canarias estudiará la posibilidad de revisar la normativa sobre la actividad turística de restauración, las actividades clasificadas y los espectáculos públicos para atender las demandas de los empresarios, que reclaman una aplicación homogénea de esta regulación en las Islas.

El viceconsejero de Turismo, Cristóbal de la Rosa, mantuvo ayer una reunión con el Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST), a la que también asistió Antonio Llorens, director general de Transparencia y Participación Ciudadana, adscrito a la Consejería de Presidencia.

Los empresarios destacaron, a través de un comunicado, la necesidad de contar con "una mejor definición" de la reglamentación sobre ruido, que es, a su juicio, "excesivamente genérica". De esta manera, el CEST confía en que puedan "unificarse criterios" con los ayuntamientos de las zonas turísticas.

"Hay que mejorar la seguridad jurídica en la regulación de estas actividades, así como que se cuente con una sola norma y un solo criterio en las mediciones del ruido", indica el colectivo, que insiste en la importancia de capacitar a los profesionales y recuerda que en las áreas turísticas las viviendas deben cumplir también el código técnico de edificación respecto a la insonorización.

Las reivindicaciones de los empresarios son "de sentido común", según De la Rosa, que, en declaraciones a este periódico, expresó el interés del Gobierno por realizar un "estudio pormenorizado" de la normativa para encontrar soluciones a estos problemas.

El sector privado también opina que la regulación en materia de prevenciones acústicas no puede ser idéntica para zonas turísticas y residenciales, aunque se ubiquen en el mismo municipio. En cuanto a las autorizaciones para que los locales emitan música, los empresarios del sur de Tenerife entienden que no se pueden establecer los mismos criterios para todos los usos en terrazas. "No es lo mismo un espectáculo en directo que un hilo musical suave", admitió el viceconsejero de Turismo.

El CEST considera que la normativa sobre la actividad turística de restauración contiene "duplicidades" y "algunas exigencias que complican de forma innecesaria y completamente prescindible el trabajo de empresarios y profesionales".

De la Rosa coincide con la necesidad de que el empresario de bares o cafeterías pueda realizar ante una única administración los trámites para dar de alta la actividad o introducir modificaciones en ella y de que se apliquen las disposiciones de la directiva europea Bolkestein, de forma que baste una declaración responsable o autorización previa para ponerla en marcha.

"Queremos que los turistas salgan de los hoteles, coman en los restaurantes y disfruten del ocio, y las normas se están quedando atrás", advirtió el viceconsejero.

las claves

Decretos. El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife ha reclamado que se revisen los decretos que regulan la actividad turística de restauración y las actividades clasificadas.

Una sola norma. "Es necesario mejorar la seguridad jurídica y que se cuente con una sola norma y un solo criterio en las mediciones del ruido", advierten los empresarios.

Retrasos. La asociación empresarial aportó a los representantes del Gobierno "muchos datos" sobre los retrasos que sufren los proyectos de ampliación o cambios en bares o restaurantes por la tardanza en obtener los permisos, asegura el viceconsejero de Turismo.