Todas las cláusulas suelo no son nulas. La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha validado la cláusula suelo en dos casos de Hipoteca Joven Canaria, una línea de financiación promovida por el Gobierno regional para impulsar la emancipación de los jóvenes. Dos sentencias recientes consideran que la cláusula estaba dentro de los márgenes legales y que no puede apreciarse "ninguna oscuridad" en su formulación. Es más, según una de las sentencias, "supera la claridad cualificada".

Las sentencias, a favor de Caixabank, se remiten a la jurisprudencia europea surgida tras los pronunciamientos del Tribunal Superior de Justicia de la UE, que señalan que las cláusulas deben redactarse de manera clara y que el consumidor debe disponer de información suficiente.

Según el texto legal, los usuarios de esta línea de financiación tenían conocimiento de las condiciones de su hipoteca, que quedaban reflejadas con transparencia en los contrato. "Sin poder entrar en la valoración sobre el Plan de Vivienda de Canarias elaborado por el Gobierno, lo cierto es que el acogimiento al mismo implica el acceso al conocimiento de sus condiciones", advierte uno de los magistrados.

Una de las sentencias precisa que la cláusula "se integra precisamente en la que determina el interés variable, fijado con un tipo de referencia más un diferencial y se queda limitado en su máximo y en su mínimo", señala.

Por tanto, "ninguna oscuridad puede apreciarse en tal redacción, pues si bien la referencia es de que existe un tipo variable, no queda duda de que el mismo lo es dentro de los márgenes que se establecen", añade.

En consecuencia, los tribunales han desestimado ambas demandas que reclamaban que se declarara la nulidad de la cláusula suelo pactada.

Desde Caixabank señalan que la entidad no tenía como práctica habitual incluir cláusulas suelo, pero las incorporó a través de las entidades adquiridas y absorbidas, con múltiples casuísticas, y en 2015 las eliminó de manera voluntaria.

Asimismo, sostienen que la entidad está dando cumplimiento estricto y escrupuloso al Real Decreto-ley 1/2017, de 20 de enero, de medidas urgentes de protección de consumidores en materia de cláusulas suelo para posibilitar la solución de controversias entre consumidores y usuarios en relación a los contratos de préstamo con garantía hipotecaria que contienen "cláusulas suelo".

La línea de Hipoteca Joven fue diseñada por el Gobierno en 2001 para la compraventa de viviendas, y se amplió a la autoconstrucción en 2002. En 2007 se implantó una ayuda adicional a la compra, primero como una convocatoria anual, pero después, en 2009, en el marco del Plan de Vivienda 2009-2012, con su correspondiente partida presupuestaria plurianual. La crisis ha hecho que todavía muchos jóvenes no hayan podido recibir sus ayudas.

Cronología

Según la Consejería, entre 2006 y 2012 se suscribieron un total de 14.837 hipotecas de este tipo en Canarias con cuatro entidades bancarias: Caja Rural de Tenerife (actualmente CajaSiete), CajaCanarias (actualmente La Caixa), La Caja de Canarias (actualmente Bankia) y Caja Rural de Canarias. De estas, 7.669 en la provincia de Tenerife y 7.168 en la provincia de Las Palmas. Estos datos fueron facilitados justo antes de que esta consejería solicitara por escrito a todas estas entidades la supresión de la cláusula suelo en todos los casos de hipoteca joven. En la misiva, reseñada por este periódico, la entonces consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, Patricia Hernández, explicaba que ya había sentencias que daban cobertura legal a su petición y demandaba que ingresaran las cantidades percibidas por parte de los jóvenes que resultaron adjudicatarios en las distintas convocatorias.

Emancipación

La Hipoteca Joven pertenece a los programas Bolsa de Vivienda Joven y Bolsa de Viviendas Vacías, actuaciones incluidas en el Plan de Vivienda de Canarias 2009-2012, que tenían como finalidad facilitar el acceso de los jóvenes a una vivienda digna, mediante la gestión gratuita del alquiler, compra o financiación de inmuebles ya existentes y pertenecientes a propietarios particulares. Además, ofrecía a los usuarios -jóvenes entre 18 y 35 años- ayuda en la gestión del alquiler o compra de su vivienda, así como una serie de ventajas económicas, jurídicas y técnicas. Estas iniciativas empezaron el año 1998 con el servicio de alquiler y se desarrollaron en mayor medida a partir de 2001 con el servicio de compraventa e Hipoteca Joven Canaria.