El vertido de gasoil provocado por el accidente de un ferry de Naviera Armas, ocurrido en la tarde del viernes se evaporará en el día de hoy gracias a la acción mecánica de tres embarcaciones de Salvamento Marítimo, dado que se trata de un combustible muy volátil y cuyo grosor es de apenas un milímetro. También se ha descartado que se acerque a la costa y tampoco ha afectado a las desaladoras de Telde y Las Palmas de Gran Canaria.

Estos datos fueron dados a conocer en una rueda de prensa tras la celebración de una reunión de coordinación para el seguimiento del vertido de fuel causado por el accidente de Naviera Armas, a la que asistieron el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo; el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales; la delegada del Gobierno, Mercedes Roldós; el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo; y la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández.

El presidente del Cabildo explicó que la colisión del barco contra el espigón del muelle Nelson Mandela, en el Puerto de la Luz y de Las Palmas, afectó a cinco redes de distribución, pero una no se pudo sellar de forma inmediata e hizo que se vertieran al mar 63.000 litros de combustible, de los que se pudo retirar la mitad mediante cisternas.

A raíz del accidente se puso en marcha el Plan Específico de Contingencias por Contaminación Marina Accidental (Pecmar) por parte del Gobierno de Canarias y, ante el miedo inicial de que el vertido pudiera llegar a la desaladora, se decidió parar la planta.

La mancha de gasoil se deshilachó alrededor de dos millas y media, alcanzando una superficie de unos 400 metros de ancho por 3 kilómetros de largo que se dirigió hacia el sur. Se prevía que en un plazo de entre quince y veinte horas se disolviera porque es un combustible volátil.

Todos los municipios desde Telde hacia el sur de la Isla han preparado sus dispositivos por si la mancha llegara a tierra, pero Morales aclaró que, en el caso de que así suceda, no van a producir el mismo daño que se produjo por el hundimiento del buque ruso "Oleg Naydenov" o el vertido de la playa de El Cabrón. Apuntó, además, que tampoco hay daños ambientales importantes, pero aún se está evaluando y haciendo un seguimiento.

El presidente del Gobierno de Canarias, por su parte, comentó que de los 155 pasajeros que viajaban en el ferry de Naviera Armas, trece tuvieron que ser atendidos por crisis de ansiedad y solo una persona sufrió una clavícula rota y una contusión de carácter leve.

"Los protocolos han funcionado a la perfección" y eso ha evitado que haya que lamentar desgracias humanas, destacó Clavijo, que informó de que a primera hora de la mañana recibió la llamada del ministro de Fomento para poner a disposición todos sus medios.

La delegada del Gobierno, Mercedes Roldós, aclaró que el combustible vertido al mar, por su cantidad, no es importante. El grosor de la mancha es de apenas un milímetro y tres embarcaciones de Salvamento Marítimo ya realizaban ayer tareas de dispersión mecánica de la mancha con sus hélices para facilitar la evaporación del combustible.