Los accidentes de tráfico son la principal causa de muertes prematuras o de lesiones medulares entre los jóvenes, y el consumo de alcohol y otras drogas antes de conducir es el principal factor de riesgo al volante, según se pone de manifiesto en la campaña del Gobierno de Canarias "Educación vial y prevención de accidentes de tráfico entre jóvenes 2017".

En esta campaña, que se realiza anualmente desde 2009, participan la Asociación para el Estudio de la Lesión Medular Espinal (Aesleme) y la Autoescuela La Guagua, que desarrollan acciones y talleres formativos que llegan a más de 7.000 jóvenes todos los años.

El director general de Juventud del Gobierno de Canarias, Sergio Eiroa, el director general de Salud Pública, José Juan Alemán, la coordinadora en Canarias de Aesleme, Juana María Ramírez, y el gerente de Autoescuela La Guagua, Jesús Méndez, han destacado durante la presentación de esta campaña los beneficios que supone la iniciativa para reducir los accidentes.

La Autoescuela La Guagua participa en esta campaña con un simulador de vuelcos con el que se traslada a fiestas y celebraciones juveniles donde hay mucho bullicio para que los jóvenes comprueben por sí mismo, con unas cuantas volteretas, el riesgo que supone conducir sin cinturón.

También se anima a los jóvenes que participan en las fiestas a que comprueben su nivel de alcohol en sangre y en caso de que sea elevado se les acompaña en la espera hasta que recuperan las condiciones para conducir.

La Guagua realizará catorce acciones de este tipo este año, dos en cada isla.

En la edición de 2016, 1.346 jóvenes participaron en estas acciones de la Autoescuela La Guagua. De ellos a 639 se les aconsejó que no se pusieran al volante y 448 hicieron caso de la recomendación, con lo que se calcula que potencialmente se evitaron 270 accidentes.

Las acciones de Aesleme consisten este año en 160 talleres y charlas en centros educativos, casas de la juventud y asociaciones juveniles en los que participan lesionados medulares para alertar de la gravedad de las heridas que puede producir un accidente de tráfico.

En las 158 sesiones formativas que impartió Aesleme entre los jóvenes en 2016, participaron 6.946 personas.

Este tipo de programas de educación vial contribuye a disminuir la siniestralidad entre los jóvenes, a reducir las muertes por accidente y a evitar secuelas físicas o psíquicas irreversibles, destacó Juana María Ramírez.