El presidente Mariano Rajoy volará esta tarde a Las Palmas de Gran Canaria para asistir a a un congreso insular del PP sin haber convencido aún al diputado que necesita para que sus presupuestos no mueran en la orilla; lo tendrá cerca: es el teniente de alcalde de la ciudad que lo recibe.

Es improbable que Mariano Rajoy llegue a la capital grancanaria de turismo. Primero, porque el líder del PP ya conoce de sobra la ciudad por razones políticas y personales; segundo, porque llegará con el tiempo justo tras el Consejo de Ministros; y tercero, porque lleva consigo una gruesa carpeta de asuntos por resolver.

Pero si así fuera, el responsable de que las oficinas municipales de turismo le tratasen bien y le ayudasen a disfrutar de una estancia agradable en la ciudad sería, paradójicamente, el cotizado parlamentario de Nueva Canarias Pedro Quevedo, que compagina su presencia en el Congreso con la Concejalía de Empleo y Turismo.

Sobre Quevedo recaen por primera vez los focos de la atención política nacional, pero no es nuevo en esto. Nacido en Venezuela hace 61 años y médico de profesión, tiene tras de sí una larga trayectoria sindical en el sector sanitario, fue uno de los fundadores de CC en Gran Canaria y colaboró con Román Rodríguez para poner en pie hace doce años el proyecto llamado Nueva Canarias.

Y se siente bien delante de las cámaras: No en vano fue portavoz del Gobierno de Canarias durante cuatro años (2000-2003), tiene una larga trayectoria parlamentaria (tanto en las islas como en el Congreso) y dirige la política de Comunicación de su partido.

Mariano Rajoy ya se aventuró hace unas semanas a dar casi por hecho que convencerá a Nueva Canarias para que permita que salgan adelante los presupuestos, al decir que tenía apalabrados "175 votos y medio", lo que encendió los ánimos de parte del PSOE, el partido que ha acogido a Quevedo en sus listas al Congreso por Las Palmas en las dos últimas elecciones, aunque luego se pasara al grupo mixto.

Entonces, Quevedo se sacudió la presión recordando a los destacados dirigentes socialistas que le advertían de que no debería votar distinto que ellos en el presupuesto (Susana Díaz entre ellos) de que no fue él quien permitió que Rajoy fuera investido presidente del Gobierno para un nuevo mandato. Él no se abstuvo, él votó no.

Ayer, con todo el Congreso mirándolo y en pleno cortejo del PP, el diputado nacionalista devolvió la pelota al campo contrario con esta frase: "El famoso diputado 176 no soy yo, sino usted señor Montoro. De usted depende que prosperen o no sus presupuestos".

También ayer, Nueva Canarias ya subrayó que no va a vender barato su apoyo y que, si el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, del CC, presume de lo que ha logrado a cambio del voto de Ana Oramas, debería tomar nota de lo que ha conseguido el PNV para una comunidad con la misma población que el archipiélago, pero con indicadores de renta, empleo y desarrollo social muchísimo mejores.

Esas palabras corresponden en concreto a Román Rodríguez, el presidente del partido, que no las pronuncia en un momento cualquiera. Esta tarde, tiene que rendir cuentas de la gestión de su Ejecutiva ante el congreso del partido y mañana se someterá a la reelección como presidente de la formación nacionalista (sin rival).

Sin embargo, en privado dirigentes de NC se reconocen conscientes de que a unos presupuestos con medio año de vigencia (cuando se aprueben) no les pueden sacar muchas más concesiones, sobre todo por la vía de enmiendas parciales, que obligan a mover partidas dentro del mismo capítulo. Es decir, a quitar de un sitio, para poner en otro; en este caso, quizás en forma de alguna obra concreta en Canarias o de mayores subvenciones al transporte aéreo para residentes (ahora fijadas en el 50 %).

Pero tampoco están dispuestos a renunciar a ellas y añadir otros logros con más recorrido y que no dependen del presupuesto.

Por ejemplo, Román Rodríguez ya ha subrayado que para su partido es irrenunciable que se reforme ya el sistema electoral de Canarias: Ese que ha hecho sudar tinta a NC hasta conseguir asentar su representación en el Parlamento canario y que permite a CC ser el primer partido en escaños en las islas, a pesar de haber quedado tercero en las urnas en los comicios de 2015, tras PSOE y PP.