La construcción en España se recupera poco a poco tras los devastadores efectos de la crisis, pero no lo hace al mismo ritmo en todas las comunidades autónomas ni en todos los subsectores. El informe "Barcelona Building Construmat" (BBConstrumat 2017) -elaborado por el Instituto de Tecnología de la Construcción de Catalunya (ITeC) con motivo de la vigésima edición del Salón Internacional de la Construcción de Fira de Barcelona- sitúa a Canarias entre las regiones en las que el sector crece al mismo ritmo que la media del país, aupado por los buenos indicadores que ofrecen la licitación de obra pública y la edificación no residencial.

El estudio asigna una nota a cada comunidad autónoma en función de la intensidad con que la crisis afectó a la construcción y del vigor que ha adquirido la recuperación tras los años de dificultades económicas. Según los datos de 2016, las regiones que han atravesado una crisis más liviana y disfrutan de una recuperación más intensa son Baleares, Madrid y el País Vasco (que obtienen una calificación Aa). Extremadura se queda en el Ab porque, aunque la crisis fue menos dura, tiene más problemas para salir de ella. La Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla-La Mancha se ubican en el otro extremo (Cc), mientras que La Rioja (Ca) y Navarra (Cb), pese a estar dentro del grupo de cola, arrojan resultados algo más positivos. Canarias, Cataluña, Galicia, Aragón, Castilla y León y Asturias (todas con Bb) muestran indicios de recuperación similares a la media, en tanto que Andalucía (Bc) está algo más rezagada.

Los datos de Canarias revelan que supera la media española en inversión en ingeniería civil (151 euros por habitante frente a 109) y en edificación no residencial (135 metros cuadrados por cada 1.000 habitantes frente a 84). En cambio, el gasto en rehabilitación y renovación se encuentra por debajo del promedio nacional (39 euros por habitante invertidos en rehabilitación mayor frente a 44), así como la cifra de viviendas por mil habitantes (0,7 frente al 1,4 que presenta la media española).

"El sector de la construcción en España no se recupera más rápido porque no todos sus componentes están en condiciones de propulsar la producción: la vivienda está en marcha, el no residencial y la rehabilitación aún no han acabado de despertar, y la ingeniería civil ha vuelto a retroceder", comenta en un comunicado el director del estudio y jefe del Departamento de Mercados del ITeC, Josep Ramon Fontana.

El informe destaca que, aunque el mercado residencial ha sido el primero en recuperarse -con dos años consecutivos de crecimiento-, las estadísticas de visados muestran que en España se están iniciando solo 1,5 viviendas de nueva planta por 1.000 habitantes, menos de la mitad de la media europea. Las zonas más activas son Madrid (2,6 viviendas por 1.000 habitantes), Navarra (2,2) País Vasco (1,9) y La Rioja (1,8). Estas cuatro comunidades concentran el 35% de los nuevos proyectos en una zona en la que vive el 21% de la población española.

En el mercado de edificación no residencial, se constatan las dificultades que España aún tiene para despegar de la fase de estancamiento en la que quedó atrapada en 2012. En la actualidad, los nuevos proyectos no residenciales suponen menos de 90 metros cuadrados por 1.000 habitantes, un ratio "alarmantemente alejado" de la media europea, que se sitúa algo por encima de los 300. Entre las comunidades más activas figuran Madrid (121 metros) y La Rioja (155), además de Canarias (135).

En cuanto al mercado de la rehabilitación, se observa cómo, tras haber salido del bache de 2012-2014, cuesta aún remontar más allá del volumen registrado en 2015. La obra mayor de rehabilitación supone una inversión de algo menos de 45 euros por habitante, en tanto que la ratio de referencia europea puede situarse entre los 195 y los 260 euros por cápita. La única comunidad que se aproxima a esas medias es Baleares (180), seguida a distancia de Asturias (94).

En obra civil, a pesar de que los repuntes de la licitación durante 2013 y 2014 parecieron un síntoma de que la crisis había quedado atrás, los datos más recientes ponen de manifiesto que la demanda pública sigue en horas bajas. Galicia y País Vasco (250 euros) se sitúan en los primeros lugares.

El informe advierte de que el sector de la construcción es el que menos invierte en innovación. Según datos del INE, tan solo el 1,1% del gasto en innovación que realizaron las empresas españolas en 2015 procedía de la construcción, que aportaba el 10,4% del PIB. Los autores afirman que el sector tiene ante sí el reto de abandonar su "zona tradicional de confort" (el proyecto y la ejecución) y participar también en la fase de explotación del edificio o de la infraestructura hasta el final de su vida útil.