El Parlamento de Canarias ha aprobado hoy pedir al Gobierno de Canarias que reconozca con una placa ubicada en el Castillo de Mata, en la capital grancanaria, a los héroes que lucharon en la Batalla del Batán, sucedida en el año 1599.

Esta petición figura en una proposición no de ley presentada por el grupo Popular, que contó con el voto positivo de todos los grupos, salvo el de Podemos, que se abstuvo al considerar que el PP reconoce la memoria histórica de unos hechos de hace más 400 años y no la de hace 40 años, en referencia a la represión franquista.

La diputada del grupo Popular Josefa Luzardo, que defendió la iniciativa, rechazó una enmienda al articulado presentada por el grupo Socialista aunque posteriormente el parlamentario de este grupo Miguel Jorge explicó que este rechazo se debía a que la iniciativa había sido trasladada por la asociación Mesa del Batán y no querían modificar su contenido.

María Victoria Hernández, diputada del grupo Socialista, afirmó que su enmienda era una oportunidad para hacer un reconocimiento a los participantes en otras batallas importantes acaecidas en otras islas como la rendición de Nelson en Tenerife, y subrayó que su grupo no le dejaría presentar una iniciativa que excluyera un reconocimiento a todas las islas.

En la proposición no de ley aprobada hoy se recuerda que el hecho de armas más relevante de la historia de Canarias lo constituyó el ataque al Real de Las Palmas por la Armada holandesa en 1599, con 74 embarcaciones de guerra y 12 000 efectivos holandeses, al mando de tres almirantes, y de Pieter Van der Does, como jefe de la Armada.

Los hechos tuvieron lugar entre el 26 de junio y el 8 de julio de 1599 y comenzó con el ataque a la bahía de La Luz por una potente armada de los Países Bajos. Los días 3 y 4 de julio la ciudad del Real de Las Palmas fue saqueada e incendiada.

El Tercio de Las Palmas, al mando de Alonso Alvarado y de su segundo Antonio Pamo Chamoso, estaba integrado por cuatro compañías de piqueros y arcabuceros más algo de caballería y una pequeña cantidad de artillería de corto alcance y a estas fuerzas se sumaron las catorce compañías de milicias del Real de Las Palmas, Telde, Agüimes, La Vega (Santa Brígida), Teror, Arucas, Gáldar y Guía. Tenerife envió 500 milicianos.

Una vez tomada la ciudad, Van der Does intentó cobrar un rescate a cambio de dejar libres a todos los isleños, quienes anualmente debían pagar una suma de dinero a Holanda.

Las autoridades isleñas, reunidas en Santa Brígida, rechazaron la propuesta del holandés y se aprestaron otra vez a la lucha y Pamo Chamoso, encontrándose herido de muerte el capitán gobernador Alonso Alvarado, eligió como límite en la retirada un bosque frondoso en el que disimular sus escasas fuerzas y hacer que se multiplicaran en la mente del invasor.

El lugar elegido se denominaba El Batán (Monte Lentiscal-Santa Brígida) y el ataque produjo la retirada de los holandeses y su huida de la ciudad, que fue recuperada el 4 julio.

La iniciativa recuerda que en noviembre de 1973, un grupo de historiadores fundó en Santa Brígida la Asociación "Amigos del Batán", para homenajear a los 60 héroes que dieron su vida por Gran Canaria frente al ataque holandés y posteriormente se construyó un monolito en homenaje a Alonso Alvardo, pero en el que, según la proposición no de ley, faltan los nombres de los 59 restantes milicianos que murieron.