La inversión productiva de las comunidades autónomas ha experimentado una caída estrepitosa en los últimos años que, "de no corregirse en un tiempo razonable, terminará comprometiendo la calidad de los servicios públicos". Esta advertencia de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) va dirigida en especial a las regiones que, como Canarias, más han profundizado en este abandono inversor.

El "think tank" económico ha publicado el informe "Las finanzas autonómicas en 2016 y entre 2003 y 2016", en el que se recoge que el volumen real de inversión productiva -la destinada a los bienes y servicios que generan valor en la sociedad- por habitante ha caído por debajo de la mitad en el conjunto del país y en 13 de las 17 comunidades autónomas entre 2003 y 2016. El País Vasco es la región que menos ha recortado la inversión, seguida de Cataluña, mientras que Castilla la Mancha, Valencia, Navarra y Canarias son las que más lo han hecho, detalla el informe elaborado por Ángel de la Fuente.

El Archipiélago también figura en el informe como el único territorio en el que descendió el gasto total por habitante en el periodo analizado -aunque lo hiciera ligeramente-, en tanto que País Vasco y Cataluña -de nuevo- registran los mayores incrementos acumulados.

En cambio, el gasto corriente sí se elevó en Canarias entre 2003 y 2016 -como en todas las comunidades autónomas-, aunque lo hizo en menor proporción que en cualquier otra región.

El informe concluye que el gasto de las comunidades "ha seguido un patrón extremadamente procíclico, con fuertes crecimientos durante el periodo de expansión seguidos de profundos recortes en la crisis, aunque con un cierto desfase, y de una ligera recuperación en los últimos años analizados". Así, entre 2009 y 2011 el recorte del gasto fue muy inferior a la caída de los ingresos, lo que explica que el déficit autonómico se disparase hasta alcanzar un máximo del 5,1% del PIB en 2011. A partir de ese año, prosigue el estudio, "se observa una clara mejoría del saldo presupuestario autonómico, aunque a un ritmo decreciente, seguida de un estancamiento en 2014 y 2015 y una fuerte mejora en 2016".

las claves

Gasto procíclico. Canarias no difiere demasiado del conjunto de comunidades autónomas, donde el gasto ha seguido un patrón "procíclico": crece en momentos de expansión y se reduce en la crisis.

Único descenso. Las Islas son el único territorio en el que el gasto por habitante disminuyó durante el periodo 2003-2016.

La salud financiera de las comunidades autónomas es peor de los que transmiten los datos. "La situación de las finanzas regionales sigue siendo relativamente vulnerable y requiere atención", advierte el informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

Según el estudio, el recorte del déficit que se ha observado en los dos últimos años responde, en parte, a algunas "circunstancias atípicas". Así, el estancamiento de 2015 se debe en cierta medida al desplome de la inversión desde niveles que "ya eran insosteniblemente bajos". Otro de estos factores es la liquidación del sistema de financiación autonómica correspondiente a 2014, "muy favorable" para las administraciones regionales. Una tercera circunstancia son los bajos volúmenes de intereses que han tenido que afrontar las arcas de las comunidades como consecuencia de los mecanismos de financiación arbitrados por el Gobierno central.

Estos factores singulares explican que el déficit subyacente -oculto- del conjunto de las regiones se haya reducido a un ritmo menor que el del déficit observado. "La situación presupuestaria actual de las comunidades autónomas es menos cómoda de lo que podría parecer a primera vista". La solución es "reforzar la contención del gasto corriente", algo que, como reconoce el documento, "no resultará sencillo en las actuales circunstancias políticas".