El cáncer ginecológico que aparece de forma más frecuente en Canarias es el de endometrio, según José Antonio Pérez, especialista en Ginecología y Obstetricia en el Hospital Parque de Santa Cruz de Tenerife. Le sigue el cáncer de cuello de útero, que tiene más incidencia en las Islas, Andalucía y Baleares.

Por detrás se encuentra el cáncer de vulva y el de ovario, aunque este último es el más agresivo de todos. De la lista de los cáncer ginecológicos se separa el de mama pues, debido a sus peculiaridades y ser mucho más frecuente que los demás, se suele tratar por separado, como el de próstata en los hombres. De esta manera, el cáncer de endometrio, el de cuello de útero, el de vulva y el de ovario son los cuatro canceres ginecológicos que repercuten en la vida de la mujer.

Todos estos cánceres, son "curables", según afirma Pérez, que asegura que "depende del estadio o del momento de evolución del tumor del que se diagnostique y el que se trate, pero habitualmente los tratamientos que se aplican lo hacen con intención de curar a la paciente".

El cáncer de endometrio es el que aparece más frecuentemente en Canarias. Este tumor se divide en dos grupos, así puede ser de tipo 1 o de tipo 2. El de tipo 2 surge debido a mutaciones genéticas y suele hacerlo de forma rápida y agresiva y después de los 55 años. El de tipo 1 se asocia a estilos de vida y, fundamentalmente, se diagnostica en mujeres que padecen sobrepeso, diabetes e hipertensión, lo que se denomina "síndrome metabólico". Este se manifiesta en mujeres en edad de la menopausia, es decir, entre los 45 y los 55 años. "En nuestra población de referencia este último tipo es el más frecuente", afirma el ginecólogo. Esto se debe a que Canarias cuenta con las tasas más altas de diabetes, que afecta a un 7,7% de la población, y sobrepeso-obesidad en adultos de toda España, siendo esta última de un 57,4%.

Le sigue el cáncer de cuello de útero, que afecta mayoritariamente a Canarias, Andalucía y Baleares. Este cáncer, que se produce en un 98% de los casos debido a una infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), afecta sobre todo a mujeres jóvenes de en torno a los 35 y los 40 años. Se convierte en el único cáncer ginecológico prevenible, debido a su causa y también porque en todas las revisiones ginecológicas se realizan citologías del cuello de útero de forma sistemática junto al test del VPH. "Esto nos permite diagnosticar lesiones en estadios iniciales y poder aplicar tratamiento quirúrgicos menos agresivos", explica Pérez. Este tumor puede mermar la capacidad reproductiva de la mujer, pero si se encuentra cuando aún no se ha desarrollado, el tratamiento puede ser más "conservador" y la mujer puede conservar su útero. No obstante, cuando se diagnostica en estadios avanzados, "el tratamiento muchas veces compromete el útero y la paciente no puede tener más hijos", recuerda el ginecólogo.

Siendo menos frecuente, pero más agresivo, se encuentra el cáncer de ovario. "Tiene el peor pronóstico porque la mayoría de veces se diagnostica cuando el tumor está localmente avanzado", informa Pérez. Es un tumor que en sus fases iniciales genera pocos síntomas, por eso, cuando una mujer acude a consulta por distensión abdominal, sensación de peso en la barriga, pérdida de peso y cansancio, usualmente se diagnostica un tumor de este tipo en fases avanzadas.

El tumor en el ovario aparece generalmente por mutaciones genéticas que surgen como algo puntual en una persona determinada, aunque existen algunos casos que vienen determinadas mutaciones genéticas heredadas. Además, hay dos síndromes que aumentan la incidencia de este cáncer, el PRCA tipo 1 y 2, y el síndrome de Lynch.

En el último lugar se encuentra el cáncer de vulva. Es el menos frecuente y también el que se produce en mujeres más añosas. Se suele diagnosticar a partir de los 65 y también tiene dos grupos diferenciales. Uno surge a través de una infección por el Virus del Papiloma Humano y el otro por tumores de nueva aparición. "Todavía vemos mujeres que aparecen en la consulta con cáncer de vulva en estadios avanzados o muy avanzados", explica el ginecólogo. Pero sería mucho más prevenible, y tan solo con una inspección, ya que "mirar la vulva puede ayudar a prevenir lesiones que inicialmente se pueden tratar con una recepción local y un tratamiento muy poco agresivo sin más".

Pastillas anticonceptivas

Las pastillas anticonceptivas pueden ayudar a disminuir las probabilidades de desarrollar cáncer de ovario y pueden disminuir las probabilidades de desarrollar en determinados momentos el cáncer de endometrio, afirma el ginecólogo del Hospital Parque de Santa Cruz de Tenerife, José Antonio Pérez. "Existe una teoría que intenta explicar la génesis del cáncer de ovario en el hecho de que con las ovulaciones se generarían lesiones en la superficie del epitelio del ovario que generarían cicatrices y en ellas se irían acumulando mutaciones celulares que darían lugar al desarrollo de lesiones premalignas y posteriormente a un cáncer en el ovario", explica Pérez. De esta forma, "si tu bloqueas la ovulación, estarías previniendo la formación de esas cicatrices y finalmente, el cáncer de ovario".