Sabe que aún hay afiliados y votantes que le reprochan dejar Canarias tras lograr el mayor porcentaje de voto de la historia y 26 diputados en 2007 (uno menos que Saavedra en 1983) y se muestra dispuesto a explicarlo a fondo. A detallar las presiones que sintió para que un PSC dócil con CC pudiera tocar poder regional tras tantos años, lo que se dio en 2011, pero que, a su juicio, ha acabado en la ruptura de diciembre por una excesiva sumisión. Por eso, el portavoz en el Parlamento europeo y exministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, quiere volver a ser secretario regional en busca de un PSC fuerte, referente de la izquierda, con criterio propio, sin más sangrías electorales, en el que no sobre nadie y que restañe los “desgarros o quebrantos” por salidas traumáticas de “socialistas de pro e incorruptibles, comoSantiago Pérez”, o claves, “como Casimiro”, al que ya ha llamado.
En las quinielas, se situaba al principio alejado de los otros dos aspirantes, pero, a pesar de haber apoyado a Susana Díaz, la apuesta que están haciendo por él muchos “sanchistas” puede deparar sorpresas.Además, sabe que su experiencia y capacidad dialéctica pueden decantar balanzas y, por eso, exige ya debates incluso para recoger avales y en cada isla. No obstante, lo que más busca es revitalizar un partido que, a su juicio, languidece con unos resultados electorales a la baja y un poder insular o local que, en realidad, depende de pactos en los que no marcan precisamente la pauta.
Por eso rechaza que se alardee de tener más alcaldes que nadie y reivindica un PSC triunfador, que aglutine el mayor voto posible progresista y que recupere el terreno arrebatado por Podemos sin que esto impida acuerdos para su gran fin: “mandar de una vez a ATI-CC a la oposición, tras 30 años. Entiendo que podamos pactar en ayuntamientos o cabildos con ellos, pero no podemos ser socios menores y humillados o echar a compañeros de La Palma o El Hierro por ir con el PP, aunque no sea un pacto que yo prefiera. Jamás haré una campaña floja contra ATI por miedo a no gobernar luego”.
Para eso, cree clave recuperar el buen ambiente interno, el debate sin acritud ni sensación de bandos y, “sobre todo, que la gente no se pregunte qué opina el PSOE de verdad sobre la ley del suelo, la de Islas Verdes, el REF o el Estatuto. Debemos escuchar bien a la plataforma electoral o a los ecologistas con la ley del suelo que ATI nos impuso, pero cargada de tantas excepciones por interés estratégico que deja sin contenido lo regional.Hemos hecho zigzag por no molestar a ATI o con el REF que impone el PP, pero el PSOE debe ponerse tener criterio sobre estas cuestiones y no guardar un prolongado silencio, aparte de diferenciarnos en políticas sociales, igualdad, dependencia, en lucha contra los malos tratos...”.
En esta batalla por recuperar al mejor PSOE, subraya que “el liderazgo consiste en unir al partido, en contar con todos, pues no lo concibo sin referentes locales, insulares o institucionales.Hace tiempo que echo de menos pedazos del PSOE en los actos, donde, incluso, hay gente nuestra que los boicotea. Debe tenerse el coraje de opinar sin temor a nada. Por eso, y por supuesto, integraré a Patricia y Ángel Víctor, pues no concibo el partido sin ellos ni sin Susana.Podemos no es producto de un suceso climático, sino reacción a lo que hicimos: ahí hay millones de votos que nos faltan.Nos hemos desunido y faltado al respeto, embrutecimos nuestro lenguaje, estigmatizamos y ponemos siempre etiquetas maniqueas de buenos y malos, de izquierdistas y derechistas, de teorías conspirativas...Yo no quiero eso, sino fraternidad y solidaridad en un clima de respeto y libertad. Apoyé a Susana, pero Pedro es mi secretario e iré detrás de él; que nadie enjuicie a nadie por votar a quien quiera y no porque se le respaldara se tiene ahora más opciones ni es contradictorio que me apoyen los que votaron a Pedro”.
También tiene claro que, en 2019, se elegirá al candidato a la Presidencia y que lo que toca ahora es reimpulsar al PSC, “que está peor que hace 10 años, dividido, desdibujado, descapitalizado y sin personalidad. Mi identidad es radicalmente de izquierdas, federal, europeísta, canaria, internacionalista e incompatible totalmente con la corrupción. Y quiero un PSC así, en pie, centrado en la economía social y diversificada, contra el trabajo mal pagado y que haga que pague más el que más tiene”.