Cinco años han pasado de aquel 11 de julio de 2012 cuando La Gomera obtuvo el título de Reserva de la Biosfera, otorgado por la Unesco en París. En ese momento, se reconocieron los valores naturales y culturales únicos, pero a la vez se asumía la responsabilidad de protegerlos.

Desde aquel instante, el Cabildo de La Gomera emprendió el camino para lograr conjugar la educación, capacitación, investigación científica y el intercambio de información entre vecinos, técnicos e investigadores como la fórmula más efectiva para afianzar el título otorgado a la Isla.

El presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, destaca que "cinco años después hemos sabido conservar y contribuir a la difusión de las singularidades que hicieron a La Gomera valedora de esa distinción". En esta línea, explicó que ha sido el esfuerzo de la propia sociedad gomera , junto con el trabajo del Programa Hombre y Biosfera (MaB), la Asociación Insular de Desarrollo Rural (Aider), la Universidad de La Laguna y el Gobierno de Canarias, lo que hizo posible que hoy este territorio cuente con esta distinción.

El dirigente insular avanzó las líneas de cooperación y diálogo abiertas desde las administraciones públicas con todos los gomeros para lograr la sensibilización ante esta distinción. "En estos últimos años hemos llegado hasta centros educativos, colectivos sociales e investigadores", dijo Curbelo, quien expuso el desarrollo de iniciativas como las Unidades Didácticas de la Reserva para los estudiantes de la Isla.

Además, desde 2015 se celebran cursos dirigidos a los agentes forestales, a los guaraperos o formación sobre la flora de La Gomera. De esta forma, apunta Curbelo, se logra aportar mayor formación a todos los sectores implicados.