Gran Canaria aspira a convertirse en un referente mundial con un plan energético que alcance, en el año 2038, un 70% de autosuficiencia energética, el 100% de agua desalada sin consumir petróleo o gas y unos 200.000 vehículos eléctricos en la Isla, todo ello con una reducción de los costes de generación de energía.

Así lo pusieron ayer de manifiesto el presidente del Cabildo, Antonio Morales, y el catedrático Roque Calero durante la presentación de los resultados del estudio realizado para determinar el sistema de generación de electricidad, de producción de agua potable y de movilidad que permita la máxima autonomía energética a través de la implantación de las energías renovables.

"Podemos convertirnos en una referencia mundial. Somos una Isla que tiene casi un millón de habitantes, estamos convencidos de que en los próximos años seremos una referencia y por eso apostamos con tanto énfasis por este modelo energético para Gran Canaria", explicó.

Para situarse en contexto de la evolución del modelo energético de la Isla, Roque Calero dijo que en el año 2014, el 98% de lo consumido procedió del petróleo y el 2% restante, de renovables.