Varias asociaciones de vecinos y ecologistas han denunciado en los últimos meses de verano, la aparición de malos olores y manchas en las costas canarias, que, según Ricardo Redondas, exdirector general de Salud Pública del Gobierno de Canarias, se han originado debido a aguas fecales.

"Cuando se generan muchas aguas fecales, colapsan la capacidad de las depuradoras, que tienen un mecanismo para aliviar la demanda: arrojar estos vertidos al mar", explicó Redondas.

No obstante, y debido a la cantidad ingente de turistas que reciben las islas en los meses estivales, se genera y también se vierte mucho más.

El problema no es en sí el vertido de aguas fecales, pues el mar en su ciclo de renovación, es capaz de depurarla. Sin embargo, cuando se hace en cantidades desproporcionadas, el océano no puede ocuparse de depurar la gran cantidad de residuos, lo que genera diversos problemas, entre ellos la contaminación del agua y la pérdida de fauna marina.

Cuando una persona se expone a esta contaminación puede causarle problemas dermatológicos, por reacción directa, o gastrointestinales, que pueden ocasionar diarreas y vómitos.

El exdirector general, que estuvo en el Gobierno mientras co-gobernaba Coalición Canaria con el Partido Socialista, lamentó que no haya "transparencia" respecto a la cantidad, en metros cúbicos, de aguas fecales que se vierten a las costas canarias.

"Tenemos en cuenta que las depuradoras pueden utilizar ese mecanismo con carácter excepcional, pero nos gustaría conocer cuánto se está emitiendo al mar", remarcó Redondas.

Entre las soluciones, Redondas propone primero "plantearnos reducir el consumo". Es una de las tres erres y es de la "que más nos solemos olvidar", según argumentó.

Sin embargo, "siendo pragmáticos", lo que se debe hacer es "adecuar la capacidad de depuración a la capacidad de producción", insistió.

De esta manera, se evitaría el impacto contaminante que está teniendo actualmente la gran afluencia de personas de distintas partes del mundo.

El exdirector general aconsejó utilizar el "beneficio" del aumento de turistas para ayudar a preservar el medio ambiente y concretamente, a evitar que las aguas fecales sean un contaminante debido a ese aumento de presión.

No son microalgas

Las aguas fecales no son lo mismo que las microalgas, aunque ambas se parezcan en el aspecto que le confieren al agua, ya que forman manchas muy desagradables. "Las microalgas forman parte de un fenómeno natural extraordinario", explicó Ricardo Redondas, mientras que en las aguas fecales interviene el ser humano.

El efecto del cambio

El fenómeno de las microalgas avistado en las Islas, además, podría dejar de ser raro, pues es debido al cambio climático. Y es que cada vez aparecen más en las costas canarias, a pesar de que se trate de un fenómeno tropical. Por esta razón, Ricardo Redondas, insistió en que se deben tomar medidas preventivas para evitar su toxicidad.