La batalla por conseguir una sanidad en La Gomera a la altura de lo que merecen y precisan sus habitantes ha sido continua a lo largo de los últimos años. Históricamente cualquier logro no llega a ser suficiente ante las especiales necesidades y características que presenta este servicio público básico en la Isla. Año tras año las encuestas demuestran que todo lo referido a la atención sanitaria ocupa una de las principales preocupaciones de los gomeros y es superior a la del resto de Canarias.

El presidente del Cabildo y diputado parlamentario regional, Casimiro Curbelo Curbelo, resalta el apoyo que han ofrecido al crédito extraordinario aprobado recientemente por el que se destinan 155 millones de euros a la sanidad. Una cantidad significativa que redundará en la atención que se presta en La Gomera. Indica que han reivindicado a lo largo de los años una adecuada planificación de los recursos, otorgando una especial atención a las islas no capitalinas, para las que cree que deben existir lista de espera específicas.

Otras propuestas pasan por descongestionar las urgencias hospitalarias, reforzar los recursos de Primaria, evitar la ocupación de camas por pacientes que requieren un tratamiento sociosanitario, la culminación del centro de salud de Alajeró y el inicio del de Valle Gran Rey. "Debemos trabajar en la prevención para que exista una sociedad sana y que consuma el menor número posible de recursos. Por ejemplo, atendiendo a los mayores en centros específicos y no en recintos hospitalarios", indica.

La construcción del Hospital Insular supuso una victoria indudable, un éxito atribuible a toda la sociedad y a sus continuas reivindicaciones. Pero en realidad puso a la Isla frente a nuevos retos: contar con más especialistas y recursos, tanto humanos como materiales. Y no solo en el hospital, sino en todos y cada uno de los consultorios repartidos por la escarpada geografía y que por lo tanto los convierte en un elemento básico a la hora de garantizar la buena salud de los vecinos.

La principal característica de la sanidad en La Gomera es precisamente la lejanía y aislamiento, pero también el déficit de especialistas, de medios para tratar enfermedades graves o la triste imagen de los helicópteros que deben ser utilizados para salvar vidas en los casos más urgentes. Los ciudadanos, cuando son consultados, echan en falta un mayor nivel de planificación, de gestión y que se reduzcan las listas de espera.

Existe también otro dato que adquiere tintes preocupantes en la Isla: el elevado nivel de envejecimiento. En estos momentos de los 21.000 habitantes de la Isla, 4.450 son mayores de 65 años, lo que implica el 21% del total, mientras que la media nacional se sitúa en el 16%. De esta cifra casi 2.000 ancianos padecen algún tipo de dependencia. Según los datos que maneja el Cabildo, en 2019, la cifra de habitantes mayores de 65 años llegaría a las 6.000 personas, un 28,5%. Datos objetivos sobre los que los habitantes de la Isla demandan soluciones.

Aunque las competencias en materia sanitaria recaen desde hace décadas en el Gobierno canario, el Cabildo siempre ha intentado empujar en la misma dirección. Ejemplo de ello fue el apoyo a la construcción del nuevo Hospital que se concretó en la cesión del suelo. O también la entrega al Gobierno canario del antiguo Hospital sobre cuyo emplazamiento se levantará el futuro Centro Sociosanitario de La Gomera, unas instalaciones que serán pioneras en el ámbito nacional. Desde la Institución insular han sido continuas las peticiones para que se dote de más medios sanitarios a la Isla, por ejemplo ambulancias o se han derivado pacientes a centros privados y asumido esos gastos.

Hay datos que mueven a la reflexión. Por ejemplo, un médico de atención primaria puede atender cada día una media de 50 pacientes y de ahí que muchos de ellos crean que el problema sanitario en La Gomera no reside exclusivamente en una mayor dotación de especialistas. En cuanto a estos últimos profesionales, la dificultad radica en que no todos quieren residir en la Isla pese a los incentivos que se les ofrecen.

La próxima llegada de una ambulancia medicalizada con un médico y un enfermero es considerado un logro indudable, pero, dadas las largas distancias que se deben recorrer, se apuesta también por ubicarlas en distintos puntos de la Isla. De esta manera, desde que los facultativos de cada enclave cuenten con suficiente equipamiento en los vehículos podrían ofrecer un servicio fundamental a los enfermos.