Varias asociaciones de pacientes han manifestando su preocupación al entender que podrían verse obligados a cambiar el tratamiento actual de algunas enfermedades graves reumatológicas, digestivas y de la piel, debido a que la Consejería de Sanidad tiene previsto sacar a concurso su suministro. Los pacientes temen que se cambien sus tratamientos por uno más barato, parecido pero no idéntico al que utilizan actualmente.

Han sido la Confederación de Asociaciones de enfermos de Crohn y colitis ulcerosa (ACCU) de España y la Alianza General de Pacientes (AGP) las que han alertado de esta realidad.

Sanidad ha suscrito un acuerdo marco para la adquisición de 288 principios activos. En este proceso se incluye cuatro medicamentos biológicos -filgrastim, etanercept, infliximab y eritropoyetina - y sus respectivos biosimilares. De cada uno se quiere adquirir una sola molécula, es decir, o uno u otro, pero no los dos.

Los fármacos biológicos o innovadores son los primeros que se descubren para tratar una enfermedad. Durante los diez años que dura la patente, el fármaco se encuentra solo en el mercado, lo que le lleva a tener unos altos precios y nada de competencia. Diez años después, comienzan a surgir copias, los biosimilares, medicamentos que se han mostrado equivalentes en seguridad, eficacia y calidad que el medicamento biológico original, pero que no son exactamente iguales, como sí lo es un genérico.

Este procedimiento lo reflejaron en el Boletín Oficial de Canarias del 12 de junio, y Sanidad aseguró que "no ha recibido ningún escrito de ninguna asociación o representantes refiriendo alegaciones al respecto".

Un hecho, que miembros de la Sociedad Española de Reumatología enseguida desmintieron, pues aseguraron haber mandado un burofax a nombre de dicha sociedad científica junto a varias asociaciones de pacientes solicitando, entre otras cosas, información sobre el concurso. Además hay recursos realizados por la industria farmacéutica.

En esta línea, además, los pacientes y los médicos aseguraron haber mostrado su disponibilidad al diálogo con la administración. Durante el último mes Sagrario Bustabad, Jefe de Servicio del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y presidenta de la Socare ha solicitado reuniones con responsables del Servicio Canario de Salud. La jefe de servicio aseguró que se ha reunido "con los responsables de recursos económicos, programas asistenciales y de farmacia de la consejería" y a todos les manifestó "que el ahorro de costes no debe ser el motor exclusivo en la toma de decisiones en salud".

Roberto Saldaña, director gerente de ACCU España, también aseguró haber tendido la mano a la administración para llegar a un acuerdo. "Hemos intentado desde hace casi dos meses abrir un proceso de diálogo con la Consejería de Sanidad, un proceso que está aun pendiente de iniciarse", remarcó.

La estructura del concurso iguala a los biológicos innovadores con sus biosimilares, lo que obligará a la sustitución entre ellos, "algo que podría afectar a la seguridad y eficacia clínica de los pacientes que están actualmente con un tratamiento biológico", argumentó Sagrario Bustabad.

Federico Díaz González, médico del servicio de Reumatología en el HUC, denunció que "los pliegos dan a conocer que solo van a dejar una opción y seguramente será un biosimilar".

Roberto Saldaña, director gerente de ACCU España, mostró su preocupación por que "la administración tome decisiones basadas en el ahorro, sin tener en cuenta la relación médico-paciente". Saldaña insistió en que no se oponen ni están a favor de los innovadores, "lo único que queremos es utilizar aquel producto que nos está funcionando y estamos en contra de los cambios solo basados en criterios exclusivos de ahorro".

"Lo que pedimos a la administración es prudencia", reclamó Antonio Bernal, presidente de la Alianza General de Pacientes (AGP). El presidente aseveró que Salomé Ballesteros, jefa de licitación del Gobierno Canario, les transmitió que "no es intención del Gobierno sustituir automáticamente los tratamientos actuales e interferir en el criterio médico, sino reducir costes con una compra conjunta". "Nos afirmó además que los pacientes que lo necesiten continuarán el tratamiento actual porque es el médico quien debe decidir", reseñó.

A pesar de esto, la Comisión de Farmacia y Terapéutica de la Dirección General de Programas Asistenciales, adscrito a la Consejería de Sanidad, aseguró que es este órgano el que "tiene como función principal la selección de medicamentos" para "cubrir las necesidades del hospital". En todo caso, "si un facultativo especialista considera que un paciente necesita un fármaco que no está dentro de la guía del hospital, puede solicitarlo mediante justificación clínica" a este órgano.

En contra de estas declaraciones, Sagrario Bustabad, remarcó que "la decisión de elección de un fármaco para un paciente siempre debe ser del médico y no del farmacéutico".

"Estas medidas -explicó Díaz González -solo responden a motivaciones financieras de dudosos resultados que afectan seriamente al acceso y a la seguridad del uso de biológicos en los pacientes de Canarias". En todo caso, Díaz recordó que los médicos están "a favor de las medidas que favorezcan la sostenibilidad del sistema, siempre que no ponga en riesgo la seguridad de los pacientes ni la libertad de prescripción".

Enfermedades afectadas

Los pacientes que pueden estar más afectados debido a este posible cambio en los tratamientos actuales son los que padecen Enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, artritis reumatoide, espondilitis anquilosante o psoriasis. Según Julio Roldán, presidente de ACCU España, "son patologías que pueden producir un daño importante a las personas que lo padecen, reduciendo su calidad de vida", y por esta razón realizar "un cambio forzoso en su tratamiento no es la mejor manera de introducir un biosimilar".