La Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel) ha avisado al Gobierno de Canarias que pudo haber recaudado en concepto del Impuesto General Indirecto de Canarias (IGIC), procedente del gasto turístico en destino, unos 310 millones de euros en 2016.

En concreto, Ashotel da esta cifra atendiendo a los cálculos realizados a partir de los datos oficiales del Instituto Canario de Estadística (Istac), según expone la patronal en un comunicado.

Así, añaden que con un gasto turístico en Canarias que superó los 4.400 millones de euros el pasado año y con un tipo impositivo del 7 por ciento del IGIC, afirman que el Gobierno regional podría haber recaudado entorno a los 310 millones de euros de todas las actividades que componen el gasto en destino (alojamiento pagado en destino, alimentación y bebidas, transporte local, actividades recreativas, culturales y deportivas, compras y otros gastos como salud o farmacia, entre otros).

Además, matizan que si se remontan al año 2012, cuando se aumentó el tipo del IGIC del 5 al 7 por ciento, la cantidad recaudada sería de 1.369 millones de euros, unos 390 millones de euros más que si se hubiera mantenido el tipo al 5 por ciento. Sobre este incremento del IGIC, la patronal aprovecha para indicar que los espacios públicos y las infraestructuras turísticas de las islas "apenas se han visto beneficiadas de ese aumento de recaudación".

La patronal, además, compara esos 310 millones de euros que se podrían haber recaudado con lo que se podría recaudar con "una mal llamada tasa turística", ya que entienden que se trata de "un impuesto". Para ello, exponen que tanto si se pone una tasa de 1,5 euros como si se realiza todos los turistas que pernoctan en Canarias o solo los mayores de 15 años, el "resultado en ambos casos y tomando en cuenta la opción más favorable podría alcanzar la cifra de 165 millones de euros al año, teniendo como referencia las cifras de turismo de 2016".

Por ello, critican que se quiera establecer un nuevo impuesto al sector turístico para "recaudar la mitad (en el mejor de los casos) de lo que ya recauda el Gobierno de Canarias a través del IGIC en el sector turístico y sin que tenga retorno alguno para el sector".

Al respecto, Ashotel lamentó que haya quien justifique la necesidad de un nuevo impuesto al sector turístico con el argumento de la redistribución de la riqueza generada, "como si lo recaudado por ese nuevo impuesto fuera a parar a los bolsillos de los canarios de forma proporcional, según sus necesidades o, mejor, que los canarios pudieran decidir en qué debería de gastarse dicha recaudación".

Añaden que el pago de salarios para quienes trabajan en turismo "es una de las mejores formas" de distribución de la riqueza generada en cualquier actividad económica. Por ello, matizan que si los fondos del IGIC se reparten en un 48 por ciento entre ayuntamientos y cabildos, "no parece que lo recaudado hasta ahora haya servido para la mejora de muchos de los espacios turísticos de Canarias, que es precisamente otro de los argumentos que se esgrime para establecer dicho impuesto".

En este sentido, cuestionan por qué "no se han destinado parte de esos 148 millones (48% de los 310 millones) ya recaudados en 2016, y otros tantos en años anteriores, a proyectos de mejora del espacio turístico municipal" o "si no lo han hecho hasta ahora, ¿lo van a hacer con un nuevo impuesto?", son algunas de las preguntas que se hace la patronal.

Finalmente, desde la patronal hotelera se considera que más que incrementar la recaudación del sector turístico, "lo que hay que hacer es mejorar la eficiencia del uso de estos fondos" porque, puntualizan, que la situación de bonanza "no se mantendrá sine die", de ahí que creen que establecer un nuevo impuesto puede hacerles "menos competitivos" y plantearles "serios problemas en el medio o largo plazo".